Ricardo Albertengo, el hombre de 41 años que ayer intentó robar en una clínica de cirugía plástica, tomó rehenes y disparó más de una docena de veces contra la policía, estaba cumpliendo una condena por homicidio tras terminar con la vida de un hombre en un bar céntrico.

Era 1994 y junto a un cómplice escapaban de un robo frustrado y se metieron en un bar llamado La Granja, ubicado en Sarmiento y 9 de Julio. Allí tomó de rehén a un amigo de Omar Barreiro, el dueño del local, quien hasta ahora no se ha podido sacar de su memoria aquel momento fatal.

En contacto con Radio 2, aseguró que cuando se enteró de lo ocurrido en Oroño al 700, enseguida pensó en Albertengo, quien aunque en 1996 fue condenado a prisión perpetua por el juez de Sentencia 2, Antonio Ramos, en 2007 comenzó a tener salidas laborales.

“Tengo recuerdos horribles por la muerte de mi amigo”, indicó. “Me dio mucha impotencia verlo en la calle después de haber hecho lo que hizo”, agregó. De acuerdo a lo que indicó, por entonces tuvo que ir a la cárcel a reconocerlo: “Fue horrible, me la pusieron al lado a la concubina”.

“Ahora lo liberan como si nada y sigue destruyendo vidas y familias”, destacó con preocupación. “Vivimos momentos horribles”, finalizó.