A partir de mañana, la electricidad se pagará un 27 por ciento más en la provincia. Pero no sólo aumenta la luz, lo mismo sucederá con el agua potable. La empresa que presta este servicio solicitó al Ejecutivo una actualización del 48 por ciento, aplicable hasta 2017. Desde la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, rechazaron la cifra y apuntaron al servicio.

En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el titular de la dependencia, Alberto Muñoz, rechazó la solicitud de la empresa Aguas Santafesinas (Assa) de incrementar la tarifa de forma escalonada hasta 2017. Pidió que se sientan las voces de los usuarios y apuntó a la calidad del servicio. “Es una barbaridad”, confió y destacó la participación de los usuarios en la conformación de la tarifa.

“No sólo hay que discutir el precio sino la calidad (del servicio)”, apuntó, dejando en claro su oposición a la modificación impulsada y apelando a que en la instancia de discusión sea tomada en cuenta la voz del ciudadano.

Según informaron desde Assa, el incremento solicitado implicaría un 26% en el segundo bimestre y un 11% en el cuarto trimestre. Ya en 2017 subiría otro 11% para llegar al 48% en un año y medio.

Entre los motivos del pedido, figura una baja en los ingresos de la empresa en relación a los costos. Según se informó en LT10, la empresa sostiene que en la actualidad el promedio de la tarifa es de $ 144 y con los aumentos se elevará (al completarse la suba) a unos $ 200. La compañía sostiene que el impacto “de bolsillo” total para los usuarios será del 34,5 %, proporción que proviene de dividir la suma en pesos de los tres incrementos, a lo largo del año, por las 6 facturas correspondientes a 2016. Así, la anualización de la tarifa da ese porcentaje.