El número de muertos por la explosión de un coche bomba en la plaza Jilani, en el centro de Bagdad, llegaba a los 70, mientras que los heridos rondaban los 200.

Como consecuencia del atentado, el más sangriento de las últimas semanas en las calles de Bagdad, muchos coches quedaron calcinados y dificultaron el acceso de las ambulancias al lugar de los hechos para evacuar a los heridos.

En el momento de la explosión del coche bomba, que se encontraba aparcado, la céntrica plaza, que alberga una mezquita chiíta, se hallaba muy concurrida por ser hora pico.

"Los equipos de rescate todavía están buscando a supervivientes entre los escombros de los edificios que se han derrumbado como consecuencia de la enorme explosión", dijeron las fuentes, que no descartan que la cifra de víctimas crezca todavía más.

Esta explosión coincide con la gran ofensiva que tropas iraquíes y estadounidenses lanzaron esta mañana contra la insurgencia en Baquba, al noreste de Bagdad, en la que han muerto al menos 22 presuntos rebeldes vinculados con Al Qaeda.

Sin embargo, los atentados con coche bomba prosiguen en la capital pese al dispositivo especial de seguridad que el gobierno del primer ministro Nuri al Maliki y el Ejército estadounidense impusieron en la ciudad el pasado 14 de febrero.