Desaparecido. Asi está técnicamente la avioneta que tres hombres armados robaron el sábado en Ceres, en el norte de la provincia de Santa Fe, acaso para usarla para tráfico de drogas, según cree el propio piloto asaltado.
Luciano Ferrer, el piloto, contó a Radio 2 cómo fue el singular hecho que lo tuvo como víctima y que terminó con la avioneta Cessna 171, color blanco y verde, con la matrícula LV-MPR, en manos de los ladrones.
La nave pertenece al aeroclub San Francisco, provincia de Córdoba. Allí llamaron los ladrones fingiendo ser inversionistas que necesitaban contratar un avión para sobrevolar campos de la zona que estudiaban comprar. Pidieron que la nave los fuera a buscar a Ceres.
Hacia allí fue Ferrer y cuando llegó se encontró con los supuestos inversionistas ya en la pista, por lo cual aterrizó, dejó el motor encendido y bajó para invitarlos a subir.
Pero no lo recibieron muy amigablemente. Lo redujeron, incluso le llegaron a apoyar “un caño frío” en la cabeza, lo ataron y se llevaron el avión.
Según trascendió, este es el quinto avión que se roban de un aeroclub en lo que va del año. Para peor, la posibilidad de localizarlos se dificulta porque, tal como señaló Ferrer, el sistema de radares “está caído” en la Argentina.
El piloto sostuvo que habrá que tomar más precauciones a la hora de aceptar la contratación de un vuelo.
Luciano Ferrer, el piloto, contó a Radio 2 cómo fue el singular hecho que lo tuvo como víctima y que terminó con la avioneta Cessna 171, color blanco y verde, con la matrícula LV-MPR, en manos de los ladrones.
La nave pertenece al aeroclub San Francisco, provincia de Córdoba. Allí llamaron los ladrones fingiendo ser inversionistas que necesitaban contratar un avión para sobrevolar campos de la zona que estudiaban comprar. Pidieron que la nave los fuera a buscar a Ceres.
Hacia allí fue Ferrer y cuando llegó se encontró con los supuestos inversionistas ya en la pista, por lo cual aterrizó, dejó el motor encendido y bajó para invitarlos a subir.
Pero no lo recibieron muy amigablemente. Lo redujeron, incluso le llegaron a apoyar “un caño frío” en la cabeza, lo ataron y se llevaron el avión.
Según trascendió, este es el quinto avión que se roban de un aeroclub en lo que va del año. Para peor, la posibilidad de localizarlos se dificulta porque, tal como señaló Ferrer, el sistema de radares “está caído” en la Argentina.
El piloto sostuvo que habrá que tomar más precauciones a la hora de aceptar la contratación de un vuelo.