Virginia Giacosa

Aunque la ausencia con aviso de la presidenta Cristina Kirchner hizo pensar que el acto no iba a tener banderas y pancartas políticas, la cosa no fue así. Firmes y al pie de los cañones aparecieron desde temprano los jóvenes militantes de La Cámpora que pese a saber que la mandataria nunca llegaría concurrieron a dar su respaldo.

Claro, la falta de Cristina hizo que la presencia de militantes fuera bastante magra con respecto a otros años y ni siquiera el nutrido Movimiento Evita de Rosario –que siempre aporta una buena cuota de participantes– se hizo presente.

Con bombos, redoblantes y cantitos, los muchachos de La Cámpora precalentaron la antesala del acto que se demoró más de una hora y media. Como siempre se ubicaron al pie del Monumento a la Bandera y frente al palco central. "Antes que nada venimos porque es una fecha patria. Pero además, porque viene el vicepresidente y gran plana de ministros. Si bien nuestra conductora es Cristina estamos acá para apoyar el proyecto nacional y popular, como lo hacemos todos los días en cada provincia, en cada barrio, en cada rincón de la ciudad", dijo con seguridad Sergio, de 20 años, miembro de la agrupación.

Otro de los grupos que se coló en el festejo del 20 de junio fue Kolina, el movimiento que apoya a Alicia Kirchner, la hermana del ex presidente de la Nación. Enarbolando banderas verdes y recién llegados de Capital Federal, los militantes aseguraron que no importaba la falta de Cristina para sumarse al evento.

A un costado, pero sin meter demasiado ruido flameaban las banderas del Movimiento Popular Libertador San Martín, fuerza creada en homenaje al "padre de la Patria" pero sobre todo con el objetivo de representar los valores y postulados del kirchnerismo.

A pocas baldosas de distancia, divididos por una línea invisible, un grupo de personas sin ninguna identificación política fueron los primeros en silbar al vicepresidente, Amado Boudou, cuando comenzó su discurso. Aunque en la transmisión televisiva no llegó a oírse, el grupo –conformado en su mayoría por mujeres– abucheó al vicepresidente. "Ladrón", "devolvé la plata", "calláte la boca corrupto" y "lo importante es la bandera", fueron algunos de las consignas que se oyeron acompañadas de palmas desde ese sector.

"Por las pilchas que tienen parecen los caceroleros de Recoleta", dijo entre risas un hombre grande que aplaudía sin parar cada vez que Boudou nombraba a la presidenta.