Pedro Robledo

El "templo del rock" local mostró un lleno total, rozando el desborde, ratificando la convocatoria histórica de Skay en Rosario, quien hoy vuelve a presentarse en el mismo sitio.

"Genghis Khan", del primer disco "A través del mar de los sargazos", fue el que marcó el comienzo, cerca de la medianoche, ante una multitud que aguardaba con mucha ansiedad la aparición del guitarrista platense.
Así fue repasando el repertorio editado, incluyendo "Flores secas", "Dónde estás?", "Angeles caídos", "Tal vez mañana", "Soldadito de plomo, "Lejos de casa", y "Suelo chamán", entre otros.

El show estuvo dividido en dos partes, de cuarenta minutos cada una, con una breve pausa de diez minutos que sirvió para aplacar un poco la euforia y dar un respiro a sus músicos, los cuales sonaron sólidos y ajustados.

El único momento en que sólo sonó la voz de Skay, sucedió cuando "El flaco", mostró una nueva canción, que estará en su próximo disco, el cual ya está en proceso de grabación y se conocerá en el 2013.

Pasaron los años y fueron disminuyendo los cánticos "ricoteros". De todas maneras, Skay concedió nuevas versiones de "Todo un palo" y "El pibe de los astilleros", dos clásicos de la etapa compartida con el Indio Solari.

El artista en este caso aportó las canciones y el trabajo musical. La tarea vocal de Skay quedó algo oculta ya que el público mostró el hábito de escucharse a sí mismo sintiéndose parte fundamental del show.

En el primer amague de despedida, junto al ineludible coro del público, ofreció "Oda a la sin nombre", el primer "hit" de su etapa solista, incluido en su disco debut. La multitud exigía "Ji, ji, ji", el himno ricotero y Skay no hizo esperar ni desear y se renovó el ritual "redondo".

Para el cierre de un intenso show, vivido en comunión con su gente, eligió "Aves migratorias".

La tarea de cronista en un show y un espacio de estas características se complica si se buscan comodidades. Esta dificultad se ve altamente compensada, porque, si bien se pierde perspectiva, vale la pena la experiencia de vivir el espectáculo mezclado entre los fans.