No, no lo deja muy bien parado el personaje que lo emula en Gran Cuñado. Pero Carlos Reutemann, que hoy por hoy aparece mucho más verborrágico de cómo se lo ve en el ciclo de Marcelo Tinelli, no se enoja.
“El humor es necesario y sobre todo para los argentinos”, dijo al ser consultado por De 12 a 14 sobre el tema.
En senador aseguró que no es una cuestión que le quite el sueño la imitación que hacen de él y elogió a algunos de los actores. “El que interpreta a la presidenta es un fenómeno”, opinó. También consideró que está muy bien hecha la imitación a De Narváez.


