En el marco del dictado de la diplomatura “Jóvenes en situación de dificultad: enfoques interculturales y prácticas profesionales” dependiente de la Universidad de París 8, el especialista Carlos Skliar destacó, al disertar en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), que los discursos sobre diversidad instalados “desde hace bastante tiempo, pero en un plano formal”, vienen acompañados de otros argumentos cuyas ideas claves son la equidad, la igualdad e inc lusión.

Skliar, doctor en Fonología y especialista en Perturbaciones de la Comunicación Humana , señaló que “parece haber una fórmula según la cual, dada la inequidad del sistema educativo tradicional, se describe a algunos sujetos como diversos. Frente a esa figura de diversidad, que alcanza sólo a algunos y presenta variaciones según el contexto, se adopta como recurso la idea de inclusión, disponiendo y organizando la entrada a las instituciones educativas de aquellos y aquellas que, de alguna manera, han estado ausentes en las últimas décadas”.

A pesar de ello, consideró que la incorporación de estos discursos “no hizo carne dentro del sistema”, en tanto las ideas de diversidad sólo constatan y afirman la existencia de los grupos diversos, sin materializarse en miradas distintivas en cuanto a relaciones pedagógicas concretas y relaciones de transmisión.

Respecto a esta situación, el también docente e investigador indicó que “todavía no se puede decir mucho más que la diversidad existe. Algunos lo dicen lamentándose y otros creen que ahí hay un enriquecimiento posible. Sin embargo, pienso que todavía esto no ha traído más que una caracterización externa de las poblaciones”.

Al ser consultado si sus apreciaciones dejan entrever la inexistencia de una preocupación real por la temática de la diversidad y la inclusión, el doctor Carlos Skliar argumentó que, en el plano educativo, estos términos “promovidos por organismos internacionales, por ministerios, por secretarías, forman parte de un vocabulario nuevo, de un vocabulario de reforma, de un vocabulario de posibles transformaciones” que tropieza con la vida de las escuelas, las cuáles “tienen otro curso y otro vocabulario”.

Desde el plano político también reprochó las “deudas pendientes” que se tienen, en materia de inclusión, con ciertas poblaciones y bregó por la implementación a futuro de proyectos educativos verdaderamente inclusivos. “Deberán ser significativos para determinados grupos donde las escuelas no han podido, existencialmente, atravesarlos de una manera sentida, de una manera interesante e importante para ellos” -señaló-.

Tomando como referencia su área de trabajo con la población con discapacidad, Skliar evaluó como “dramático” el panorama de la inclusión en Argentina y el resto de Latinoamérica, indicando que tan sólo entre 1 al 5% de la población con discapacidad se encuentra dentro del sistema educativo, ya sea en su instancia regular, especial o para adultos.

“Esto marca que no sólo nos hemos olvidado de una población que creo que, en el mundo, es la más excluida del sistema educativo, sino que me parece que la hemos ignorado”, aseveró el profesional, quien luego agregó “que cuando uno ignora al 95% de una población, ya es una marca de un tipo de política que viene de una larga historia, pues se trata de una población muy poco visible, con poca representatividad política, donde el tema queda entre ellos, sus familias y algunos profesionales”.

Fuente: Universidad Nacional de Villa María