Alemania nunca le ha ganado a Italia en un Mundial, tiene un récord de dos empates y dos derrotas en cuatro enfrentamientos, pero, a la vez, de 14 partidos disputados en el Westfalenstadion ha ganado 13 y ha empatado uno con lo que no podría encontrar mejor escenario para romper la maldición que pesa sobre los partidos contra los italianos. La superioridad histórica de los italianos sobre Alemania no es pura casualidad. Su planteamiento táctico, que lleva muchas veces a enredar los partidos y que por muchos pasajes se juegue a un ritmo medio del que salen súbitamente para sorprender al contrario, es algo que incomoda mucho a los alemanes. El último encuentro -amistoso- entre las dos selecciones, en marzo pasado, se saldó con una goleada por 4-1 a favor de Italia que generó una crisis en Alemania, pero ni alemanes ni italianos parecen creer que aquel duelo se pueda comparar con la semifinal de mañana. "Aquello fue otro partido, sería ridículo compararlo con la semifinal de un Mundial", dijo el delantero italiano Luca Toni, autor de dos goles en el partido de marzo en Florencia. Sin embargo, Toni parece apostar al "miedo" que, según dice, les tienen los alemanes a los italianos y que puede haber aumentado con el 3-0 que el equipo de Marcelo Lippi le infligió a Ucrania en cuartos de final. "Ya antes tenían miedo de nosotros, ojalá que nuestro 3-0 contra Ucrania les haya causado terror", dijo Toni. Además de la superioridad histórica italiana, hay otro factor que habla contra Alemania y es la forma en que se desarrollaron los cuartos de final de los dos equipos. Italia liquidó sin problemas a Ucrania y pudo pasar la página al partido con el pitido final para empezar a pensar de inmediato en Alemania. Alemania, en cambio, tuvo que jugar 120 veinte minutos contra Argentina y al derroche físico que eso implica hay que agregar el desgaste psicológico de la definición por penaltis y de la trifulca que hubo al final y que obligó, contra su expreso deseo, a que los alemanes siguieran ocupándose del partido de cuartos de final. La trifulca incluso ha llegado a tener consecuencias en la alineación alemana pues la FIFA sancionó con un partido (y otro cuyo cumplimiento queda en suspenso) al centrocampista Torsten Frings, por agresión al argentino Julio Cruz. Aunque mucho habla a favor de Italia -la baja de Frings también le ayuda- a Alemania le queda la esperanza de seguir siendo llevado por la euforia de su público, en su estadio talismán, y que los jugadores vuelvan a ir hasta el límite de sus posibilidades impulsados por la pasión colectiva. Formaciones y ficha:: Alemania; Jens Lehmann; Arne Friedrich, Christoph Metzelder, Per Mertesacker, Philipp Lahm; Bernd Schneider, Michael Ballack, Tim Borowski o Sebastian Kehl, Bastian Schweinsteiger; Miroslav Klose y Lukas Podolski. Italia: Gianluigi Buffon; Gianluca Zambrotta, Marco Materazzi, Fabio Cannavaro, Fabio Grosso; Marco Camoranesi, Gennaro Gatusso, Andrea Pirlo, Andrea Perrota; Francesco Totti; y Luca Toni. Arbitro: Benito Archundia (México). Estadio: Westfalenstadion de Dortmund.