Los muertos causados por las lluvias desde el viernes en el estado de Rio de Janeiro sumaban más de 60, unos 40 de ellos en Ilha Grande, informaron fuentes oficiales, que adviritieron sobre posibles nuevos deslizamientos de tierra y que hay unas 3 mil viviendas en riesgo de derrumbe.

Tras la tragedia, el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, interrumpió sus vacaciones en una playa del estado de Bahia para realizar una conferencia telefónica con su gabinete, y esta sábado a la mañana llamó al gobernador fluminense, Sérgio Cabral, para estar al tanto de la situación.

La mayoría de los muertos se registró en una posada de Ilha Grande, la mayor de las islas del municipio histórico de Angra dos Reis, a 151 kilómetros de la ciudad de Rio de Janeiro, capital del estado.

Un repentino deslizamiento de tierra aplastó allí la elegante posada Sankay, en la playa Bananal, en las primeras horas de este año, tras lo cual los rescatistas hallaron unos 40 cadáveres entre sus escombros y otros inmuebles cercanos.

En esa playa turística, donde había al menos cinco desaparecidos, medio centenar de bomberos buscaba sobrevivientes o más cadáveres sepultados, con la ayuda de perros rastreadores Otra veintena de muertes se registraron en la capital estatal y sus alrededores, con lo que el número total de muertos era de 61 hasta este sábado a la tarde, según la agencia de noticias Ansa.

Fuente: Télam