Una reseña de investigaciones existentes sobre la posible conexión entre teléfonos celulares y tumores cerebrales, publicada en Journal of Clinical Oncology, señala que cuando se centró la atención en uno de los estudios más metodológicamente rigurosos, se encontró que “claramente hay riesgos”.

Esto deja a los cuatro mil millones de usuarios de teléfonos celulares del mundo sin indicaciones claras de su existe algún riesgo cuando usan el móvil. "No podemos sacar conclusiones definitivas al respecto", señaló una experta, la doctora Deepa Subramaniam, directora del Centro de Tumores Cerebrales del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C. "Pero este estudio, además de todos los anteriores, continúa dejando dudas sobre el potencial de aumento en el riesgo. Entonces, de nuevo, luego de todos estos años, seguimos sin tener una respuesta clara".

"Lo que me preocupa", dijo, "es que los estudios de más calidad examinados sí parecieron mostrar una relación". Joel Moskowitz, autor principal del estudio, señaló que "claramente hay un riesgo". Es el director del Centro de Salud Familiar y Comunitaria de la facultad de salud pública de la Universidad de California en Berkeley.

"Yo no permitiría que los niños usaran celulares, o por lo menos exigiría que usaran auriculares separados", sentenció Moskowitz. "Parece bastante descuidado que como sociedad o como planeta simplemente diseminemos esta tecnología como lo hemos hecho sin haber realizado muchas más investigaciones sobre los perjuicios potenciales y cómo protegernos de ellos. Claramente, necesitamos aprender más sobre esta tecnología".

"La evidencia científica revisada por colegas ha indicado de manera arrolladora que los dispositivos inalámbricos no constituyen un riesgo para la salud pública", opinó en una declaración preparada John Walls, vicepresidente de relaciones públicas de CTIA-The Wireless Association.

"Además, no existe un mecanismo conocido para que la energía de microondas dentro de los límites establecidos por la [Comisión Federal de Comunicaciones] cause efectos adversos para la salud", señaló. "Es por eso que organizaciones sanitarias destacadas del mundo, como la Sociedad Estadounidense del Cáncer, el Instituto Nacional del Cáncer (de los EE. UU.), la Organización Mundial de la Salud y la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos han estado de acuerdo en que los dispositivos inalámbricos no constituyen un riesgo para la salud pública.

Para el nuevo estudio, Moskowitz y sus colegas investigadores de Corea del Sur examinaron bases de datos médicas en busca de palabras clave como "teléfonos celulares", "teléfonos móviles", "teléfonos inalámbricos", y "tumores" o "cáncer". Incluyeron 23 estudios de control de caso con 37.916 participantes en total para su análisis.

Cuando se reunieron los estudios, no se observó ningún riesgo entre el uso de teléfonos celulares y tumores cerebrales, benignos o malignos. Sin embargo, un subgrupo de estudios que usó metodología más rigurosa, la mayoría realizados por el mismo equipo de investigación sueco, informó sobre un efecto perjudicial, mientras que un conjunto de estudios rigurosos, la mayoría financiados por un consorcio industrial, hallaron efectos protectores.

Específicamente, los estudios más robustos hallaron que usaron un teléfono móvil por una década o más aumentó en 18 por ciento el riesgo de desarrollar un tumor cerebral. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, se diagnosticaron cerca de 21.000 tumores malignos en el cerebro o la columna vertebral en adultos en los Estados Unidos cada año y 3.800 en niños.

Moskowitz también considera que existe el potencial para afectar otras áreas del cuerpo, como los genitales, si el teléfono se lleva en el bolsillo. Con tanta gente en todo el mundo usando celulares, hasta un riesgo diminuto podría implicar muchas enfermedades y muertes, advirtió.

"Necesitamos hacer muchas más investigaciones porque hay mucho en juego y parece haber evidencia sugerente de que es mejor tener cuidado con esto, sobre todo con los niños, cuyo tejido está en desarrollo y sus cerebros y cráneos son más pequeños", alertó Moskowitz. "Insto a la gente a usar el dispositivo de manos libres o el altavoz, si pueden. Definitivamente no insto a que los niños usen celulares porque hay un riesgo de exposición más largo durante toda la vida", dijo.

Un informe del año pasado del Consejo Nacional de Investigación (National Research Council) la agencia operativa principal de la Academia Nacional de Ciencias y de la Academia Nacional de Ingeniería (National Academy of Engineering), realizada por solicitud de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, hizo un llamado a más investigaciones sobre los riesgos que implica el uso prolongado de celulares, en lugar de los riesgos a corto plazo, que son más estudiados. Hizo un llamado a que dichas investigaciones se enfocaran en la salud de los niños, las mujeres embarazadas y los fetos en desarrollo, así como de los trabajadores sujetos a exposición ocupacional elevada.

Fuente: Health Day