Desde hace diez días, cuando llegó a la ciudad de Victoria el avión del Plan Nacional de Fuego, se desarrollaron una serie de procedimientos encabezados por la brigada provincial del fuego compuesta por 20 funcionarios de la policía de la provincia de Entre Ríos con asiento en la comisaría Charigüé. Por eso, se decidió redoblar el personal a cargo de los controles y desde octubre se sumarán civiles.

A este grupo –que ya está trabajando junto a la Municipalidad de Victoria con el objetivo de combatir los incendios intencionales provocados por propietarios o arrendatarios de los campos– se sumará a partir del primero de octubre otro integrado por civiles (seis combatientes o brigadistas y un encargado) supervisados por el cuerpo de Bomberos Voluntarios de esa ciudad. “La idea es capacitar a mayor cantidad de gente para que trabajen en prevención y control”, aseguró Claudio Daydé, director de Defensa Civil de Victoria.

En ese sentido el funcionario dijo que las tareas que desarrollarán son variadas: labrarán actas a quienes inicien focos de incendio, tanto en los campos como en las banquinas del puente Rosario-Victoria, donde los automovilistas encienden fuego a pesar de estar prohibido. Además, informarán en ambas cabeceras del puente sobre los riesgos de contaminación y la inseguridad que provocan el fuego y el humo a quienes circulan por esta vía de comunicación y se encargarán, como ya se viene haciendo, de ubicar a los autores de los incendios intencionales de campos mediante GPS (Global Positioning System).

“Una vez identificados los responsables, los datos serán remitidos a la Dirección de Recursos Naturales de la provincia de Entre Ríos –explica Daydé– para que se actúe según lo establecido por la ley, tal como venimos haciendo hasta ahora”.