Se suspendió este miércoles el remate de una vivienda única ubicada en Forest 5.872, en la zona oeste de la ciudad, sobre la cual pesaba una deuda por la compra de muebles que la dueña del inmueble había efectuado en el año 2000.

La suspensión se logró gracias a un preacuerdo alcanzado entre el acreedor de la deuda y los hijos de la propietaria, una mujer jubilada que cobra alrededor de mil pesos de pensión, y que vive en la casa que fue a subasta por orden del juzgado Civil y Comercial de Distrito N° 10.

Según ese acuerdo, los hijos de la dueña del inmueble tendrán un plazo de 30 días para optar entre vender la casa para poder hacer frente a la deuda pendiente de pago, o bien comprometerse a pagar 30 cuotas consecutivas de 2 mil pesos cada una.

“A pesar de que el caso reunía todos los requisitos para que la Justicia lo encuadre en la ley de suspensión de remates de viviendas únicas –vigente hasta octubre inclusive– y actúe de oficio para suspender la subasta, no lo hizo", explicó a Rosario3.com la presidenta de la Asociación en Defensa de la Vivienda Única, Delia Affranchino. "Y recién respondió a un pedido formulado por el abogado de la damnificada, al que consideró extemporáneo, tras lo cual falló en contra y ordenó que la ejecución siguiera su curso”, agregó.

La agrupación que advirtió sobre el proceder arbitrario del juez Eduardo Oroño, a cargo de ese juzgado, convocó a todas las personas que estén en condiciones similares, a movilizarse y asesorarse en Aprovu antes de llegar a situaciones límites.