No, el incidente en el Normal 1 con el ex alumno Juan Pablo Calandria no es el primer conflicto de este tipo que afronta la profesora Ana María Degano. La docente que se hizo famosa por iniciarle juicio –y pedir un resarcimiento de cinco mil pesos– a un estudiante que la cuestionó por "bochazos arbitrarios. "fue despedida del colegio  Adoratrices (de Italia 733) en 2004", informó el abogado de esa escuela privada, Jorge Ramírez al diario El Ciudadano. Allí, dijo el letrado, trabajaba desde 1972. Y la decisión de separarla de su cargo fue "por las mismas causas que denunciaron los alumnos del Normal 1: bochazos reiterados, tratos despectivos hacia los alumnos, pruebas que estaban bien pero que no eran aprobadas. Y esto sucedió con varios alumnos de este establecimiento”.

De acuerdo al relato de Ramírez, “unos doce alumnos de Adoratrices junto a un grupo de padres comenzaron a protestar en 2002 por aplazos injustificados y maltratos que recibían de la docente, y después de dos años de seguimiento a su conducta y recolección de pruebas, las autoridades del colegio decidieron iniciarle un sumario administrativo y la despidieron el 25 de abril de 2004. Como respuesta, la profesora Degano le inició una demanda al colegio por considerar que no existían motivos para ser despedida de su trabajo. La causa está radicada en el Juzgado Laboral de la 4ª Nominación de los Tribunales provinciales y se encuentra en trámite”.

Las palabras del abogado fueron corroboradas por testimonios de ex alumnas que pudo recoger Rosario3.com. Tanto ellas como el abogado no pudieron más que recordar lo que había pasado en Adoratrices cuando se hizo público el conflicto que la profesora Degano protagonizó en el Normal 1. “Es el mismo caso que protagonizó en el colegio Adoratrices. Los estudiantes no sólo se quejaban de la conducta arbitraria de la profesora Degano a la hora de corregir las evaluaciones, sino de sus tratos injuriosos para con ellos. Mientras tanto los padres pedían la intervención de la dirección del colegio, que finalmente sucedió. La Justicia decidirá quien tiene razón, pero es público que la docente Degano vivió algo similar hace dos años en el colegio Adoratrices”, contó el abogado Ramírez.