Otra prueba de que los taxistas no podrán torcer la decisión municipal de entregar 500 nuevas chapas es que el intendente Miguel Lifschitz dijo que ese número se queda corto para satisfacer el clamor de la gente por un mejor servicio.

“Ese número no cubre las expectativas de los miles de usuarios que piden un mejor servicio, pero tampoco va a producir un impacto negativo en las actuales fuentes de trabajo; es un termino medio”, sostuvo el intendente, que confirmó que el lunes recibirá a choferes y titulares de licencias que a principios de semana, ya resignados ya que nuevas chapas habrá sí o sí, habían deslizado que la ecuacición cerraría para ellos si sólo se habilitan 200.

Por otra parte, Lifschitz evitó polemizar con el diputado Mario Lacava, que afirmó que quien sostiene en mayor medida la buena calidad de vida de Rosario es la provincia. “No es importante quién lo hace –si la provincia, la Municipalidad o la sociedad civil– sino que esos índices sean realidad y podamos seguir avanzando”, buscó pacificar el jefe comunal.