El ingreso al Gigante de Arroyito se había realizado sin incidentes. Sin embargo, algunos hinchas se quedaron afuera del estadio con las entradas del partido en la mano.

Poco después de las 21 se cerraron las puertas del Gigante y muchas personas se agolpaban en la entrada con los tickets en la mano culpando a la organización por impedirles el paso.

La mayoría declaraba que las entradas eran originales, que habían hecho esfuerzos para adquirirlas y que sin embargo se perdían el encuentro.