Un terremoto en la región del Kurdistán iraquí, de 7,3 grados en la escala de Richter, dejó al menos 11 muertos y unos 700 heridos en Irán e Irak.

En la localidad iraquí de Darbandiján, zona montañosa en el noreste del país a pocos kilómetros de la frontera iraní, se registraron al menos cuatro víctimas fatales y 500 heridos, según informaron responsables locales citados por medios iraquíes.

En tanto, el terremoto dejó siete muertos y unas 200 personas heridas en la ciudad iraní de Ghasr Shirin, en la provincia occidental de Kermanshah, según el subdirector de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Morteza Akbarpur.

Los movimientos se produjeron alrededor de las 18.15 (las 15.15 en la Argentina) cerca de la ciudad iraquí de Halabya, en la región de frontera con Irán, y a una profundidad de 33,9 kilómetros, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El ministro iraquí de Recursos Hídricos, Saad al Yanabi, informó de que se produjeron deslizamientos de tierra en una montaña cercana a la presa de Darbandiján como resultado del terremoto, aunque por el momento, debido a la oscuridad, se desconoce si se produjeron daños, informó la agencia de noticias EFE.

Por su parte, el gobierno de la región autónoma del Kurdistán, informó que hay víctimas mortales, sin precisar su número, y "más de 500 heridos" en la provincia de Suleimaniya.

No obstante, aseguró que no se han registrado daños en la presa de Hamrin, que está cerca de Darbandiján, lo que resulta "tranquilizador".

Lo mismo sucede en las poblaciones iraníes de Kermanshah, cuyo daño es difícil de cuantificar debido a que tanto las comunicaciones telefónicas como el sistema eléctrico sufrieron cortes, según el gobierno iraní.

El director de los Servicios de Emergencia de Irán, Pir Hosein Kolivand, descartó la posibilidad de que se hayan registrado víctimas en otras provincias del país sacudidas por las réplicas del sismo.