Un joven de 19 años aceptó ser transfundido después de sufrir un grave accidente de tránsito, en cercanías de Neuquén, oponiéndose a la voluntad de su madre que se negaba al procedimiento por ser "Testigo de Jehová".

El hecho se registró una semana después del fallecimiento de una mujer, de 35 años en Entre Ríos, que impidió la intervención de los médicos por motivos religiosos luego de contraer una neumonía.

A ese caso se sumó el de Pablo Albarracini, el testigo de Jehová que fue baleado en Buenos Aires y que también se negó a recibir sangre por cuestiones religiosas.

El accidente se produjo el jueves pasado sobre la ruta provincial 7 cuando el joven de nombre Matías circulaba en su moto desde la localidad de Centenario a Neuquén y fue atropellado primero por un vehículo y después por una camioneta cuyos conductores se dieron a la fuga.

El subcomisario de la División Tránsito de la policía de Centenario, Daniel Asselborn informó a la agencia Télam que el primer automóvil lo impactó de atrás a la altura del "Picadero" sobre la ruta provincial 7.

"Por el golpe el joven cayó y rebotó en el guardarail quedando sobre el asfalto. Tuvo cierta fortuna porque le pasaron muy cerca tres o cuatro vehículos mientras intentaba arrastrarse para salir de la ruta hasta que una camioneta lo volvió a embestir", relató.

Asselborn dijo que "los dos conductores se dieron a la fuga, nadie paró porque de lo contrario se hubiera podido evitar el segundo impacto".

El joven fue trasladado de inmediato a una clínica de Neuquén donde se constató una fractura de peroné y una seria lesión en la columna vertebral que exigía una operación.

Asselborn indicó que "la madre del chico se negó a que le hicieran una transfusión de sangre por sus creencias religiosas pero como estaba conciente autorizó que se la hicieran, al señalar que la vida era su prioridad".

La operación se efectuó el domingo sin inconvenientes y el joven permanece internado fuera de peligro.

En tanto la policía libró oficios a través de los medios de comunicación para localizar algún testigo del accidente que pueda orientar la búsqueda de los conductores que protagonizaron el accidente y que se dieron a la fuga.