A 40 años del fin de la grabación de ese clásico de los Beatles que fue "Abbey Road", y de la disolución del grupo, se lanza hoy en el mundo la edición remasterizada en forma digital de sus discos.

Se trata de un tratamiento de cuatro años para recuperar la pureza de las grabaciones de estos músicos que se obsesionaron por la calidad del sonido y experimentaron en los años 60, cuando la tecnología era precaria, en comparación con la actualidad.

Si bien en 1987 los temas ya habían sido pasados al formato digital, el trabajo había sido de menor calidad que el que ellos mismos habían logrado en el vinilo.

Las ediciones remasterizadas que hoy llegan a las tiendas prometen que nunca se ha escuchado mejor a los Beatles. Partiendo de las cintas originales, se ha potenciado el sonido, eliminando errores o defectos meramente técnicos (nunca musicales).

El equipo que desarrolló la tarea, en los estudios londinenses Abbey Road, muestra gran discreción respecto a sus intervenciones: lo contrario sería reconocer que EMI lleva 22 años vendiendo –a precio caro– ediciones digitales con muchas deficiencias.

Hay mayor presencia de los instrumentos, se aprecia una desconocida profundidad en las grabaciones, el encaje humano se hace más evidente. Aunque, atención, eso también puede resultar desconcertante. El oído se acostumbra a determinados niveles sonoros y, en muchas piezas, parece que se hubiera desplazado el centro de gravedad. Todo es más nítido, inquietantemente diferente.

El box con los 13 discos más el recopilatorio doble past masters se estima que llegará a las tiendas a un precio de poco más de $1.200, aunque en los locales de la ciudad aún no hay noticias.