Esteban ha desaparecido. Nadie sabe su paradero. Julieta, su novia se muestra muy preocupada, al igual que los médicos y sus compañeros de terapia.
Inesperadamente, Esteban se hace presente en la sesión semanal de la Fundación Renacer, en estado de shock y con su camisa bañada en sangre. En su mano porta un arma. Nadie entiende lo que sucedió; ni él mismo puede explicarlo.
Ricardo, Julieta y Ezequiel deciden someterlo a una terapia especial para ayudarlo a recuperar la memoria de aquel fatídico momento. Por ciertos indicios, sospechan que Esteban pudo haber matado a su madre. ..
Sin embargo, Buso insiste en que Esteban no es un asesino, sólo un mitómano compulsivo. Sería incapaz de lastimar a alguien…
La duda, igualmente, flota en el ambiente. De hecho Silvio, el director de la Fundación, decide llamar a la policía para que tome cartas en el asunto. Todos quedan detenidos, acusados de encubrimiento.
Un detalle, una mención aislada en el relato de Esteban echará finalmente luz sobre el caso…