Priscila tiene 7 años y espera un trasplante de médula por una enfermedad congénita que le baja las defensas. Mientras tanto, su familia busca una casa adaptada para que la nena pueda vivir con el menor riesgo posible.

La afección se llama agranulocitosis genética y hace que la chica deba vivir encerrada por su estado de vulnerabilidad ante posibles infecciones. Para eso necesita un lugar especial, con determinadas condiciones que resultan costosas.

“No queremos que nos regalen la vivienda, queremos las facilidades para poder pagarla”, dijo Emilse, su madre, desde el móvil de El Tres, con la esperanza de poder conseguir un lugar apto para el tratamiento de su hija.

“Después del trasplante, no va a poder vivir acá”, agregó la mujer, en relación a que no hay limpieza ni mantenimiento que resulte suficiente en una casa normal como la que hoy vive la familia en barrio Godoy de Rosario.

Emilse contó además que por ahora no encuentra asistencia de parte del Estado. “Llevé todos los papeles –a la Secretaría del Hábitat de la provincia– y en las oficinas me pidieron que lo tenía que hacer digitalmente. Lo hicimos digitalmente y seguimos esperando”, lamentó.

Mientras tanto, la mamá de la pequeña aprovecha los fines de semana para preparar y vender empanadas. Quien quiera ayudar, puede hacer su encargo por teléfono, al (0341) 156483368.

Afección física con repercusión social

Además de la merma en sus defensas por tener una cantidad reducida de un tipo de glóbulo blanco, Priscila padece, por la misma enfermedad, la pérdida de masa ósea y todos los días debe ser inyectada con morfina para sus dolores. Es lo único que, mientras tanto, se puede hacer desde el aspecto médico.

Su madre relató también que la nena “no tiene grupos de amigos ni socialización porque no puede salir de la casa” y que toma clases escolares con una maestra domiciliaria.