La panza cervecera no es un mito: vive en Australia.  Prueba de ello es John McDonald, un pescador de 60 años oriundo de ese país, quien tiene una prominente barriga provocada –literalmente– por una lata de la espumosa bebida.

Según relata el Daily Mail, a McDonald se le cayó una lata de cerveza al río Brisbane, en el estado de Queensland, y, sin darle mayor importancia, la rescató y se la tomó.

Al rato, comenzó a sentirse mal, le dolía el estómago y de un modo repentino la panza le empezó a crecer de manera desorbitada. Todo esto ocurrió a comienzos del último mayo y, desde entonces, John fue operado para retirar la protuberancia, así como tratado con antibióticos, sin obtener resultado alguno.

Los médicos señalaron al medio que el pescador habría contraído un extraño virus, producto de alguna bacteria presente en las aguas contaminadas del río en el que cayó la lata. McDonald decidió hacer público su problema para ver si alguien le ofrece una solución.