Enfrentarse a una entrevista de trabajo no es nada sencillo. Aunque seas el candidato perfecto, la forma de venderte e incluso tu lenguaje corporal pueden jugar en tu contra. Por eso es importante aprender a mostrar confianza en vos mismo, librarte de los nervios y aplicar buenas prácticas.

La fórmula perfecta variará según la empresa y el puesto al que optás. Sin embargo, estas recomendaciones generales propuestas por Universia te serán de ayuda para impresionar a los entrevistadores:

Conocé qué busca la empresa

Es sencillo saber qué conocimientos de software o idiomas necesitas para conseguir un puesto; qué perfil profesional busca la empresa es algo mucho más complejo. Analizá con calma la oferta y anota los problemas que la compañía quiere resolver. Vos debés ser la solución: vendete enfocándote en esos problemas.

Por ejemplo: ¿Cómo resolverás la coordinación del trabajo entre varios departamentos? ¿Qué experiencia podés ofrecer a la hora de encontrar soluciones rápidas a un problema inesperado? ¿Qué historias de éxito tenés en cuanto a trato con clientes? Ofrecer las soluciones que la empresa busca es la clave para conseguir el trabajo.

Sé positivo

Evitá quejarte de tus anteriores jefes, ya que parecerá que buscás excusas por un mal rendimiento laboral. Además, pueden entender que es difícil trabajar contigo. Incluso si has renunciado a tu anterior empleo por frustración, explicalo de manera positiva; por ejemplo, asegurando que “buscas nuevos desafíos laborales”. Destacá tus fortalezas

No hay sitio para la modestia en una entrevista de empleo. ¿Quieres el trabajo? Entonces destaca tus logros y qué habilidades y conocimientos puedes aportar en el puesto. Sin exagerar, claro; no afirmes que sabes usar un programa que desconoces ni te atribuyas logros que no puedes demostrar. Puede que te ayude a conseguir el trabajo, pero también contribuirá a que dures solo una semana en el puesto.

Sé específico

Los entrevistadores tienen que hablar con decenas de candidatos y la mayoría recurrirá a los mismos clichés. “Trabajo bien en equipo” o “soy buen compañero” son tópicos de las entrevistas que cualquiera puede decir. Proporcioná ejemplos específicos de cada una de tus cualidades e intentá destacar frente al resto.

Sintetizá tu experiencia

Una parte de la mayoría de las entrevistas consiste en resumir tu experiencia laboral. Por eso, es fundamental centrarte en los detalles y los conocimientos más relevantes para el puesto. Tené en cuenta que la empresa ya ha leído tu currículum, así que no repitas lo que ya saben. Aprovechá la entrevista para detallar cómo fue cada experiencia laboral, qué aprendiste y a qué retos te enfrentaste con éxito.

Cuidá la comunicación no verbal

Controlar tu postura y tus expresiones faciales es quizás la parte más difícil de una entrevista de trabajo. Muchas veces no sos consciente de tus tics y tus gestos, pero pueden decir mucho de vos. Procurá sentarte derecho, sonreír frecuentemente y mantener el contacto visual cuando respondes a las preguntas. Asimismo, evitá gestos que delatan inseguridad como sostener el bolso sobre el regazo o dar un apretón de manos con poca energía.