Matías Manna

Toledo no disparó una vez al arco de Bértoli, el arquero de Patronato, durante los 45 minutos que estuvo en cancha. Luego, Miguel Angel Russo dispuso el cambio. Bareiro por Toledo. La sorpresa no fue el cambio, sino el momento. El 9 canalla era inamovible para el entrenador porque es el hombre diana. El “target man” como describen en la Premier League a aquel jugador referencia para lanzarles balones largos. A partir de él, y su aguante de espaldas, muchos equipos comienzan a crear su juego.

Es difícil cuantificar y cualificar a un centrodelantero. Algunos sólo miran su efectividad en relación al gol. Ejemplo: si en cinco partidos no hizo goles, ya dicen que hay que sacarlo. Otros lo miden por las ocasiones que genera y algunos tratan de contextualizarlo en el juego del equipo. Verifican sus movimientos y si permitió o no hacer mejores a sus compañeros.



Es fácil emitir críticas hacia un centrodelantero. Muy fácil. Si está acertado en una serie de partidos, pasa a ser el “angel del gol”. Si pasa lo contrario, rápidamente algunos cargan las tintas para burlarse de su condición física (casi todos los 9, juegan en el área por ser altos, de buena contextura y no son lo suficientemente hábiles para estar en otro sector del terreno).

La del 9 y la del arquero, son las posiciones más drásticas. Los entrenadores suelen cambiarlos cuando no funcionan. Rara vez hacen lo mismo con los laterales o con algún mediocampista defensivo.

En las 19 horas que jugó Toledo en este torneo realizó tres goles y sus intervenciones siempre fueron acompañadas por la queja o el susurro de la grada. No tuvo muchas ocasiones de gol ni disparos al arco por partido, las imágenes de estos 1112 minutos de Toledo en este certamen se relacionan con forcejeos y situándose de espaldas al arquero rival.

Nunca tuvo más de dos o tres disparos por partido. Si analizamos las frías estadísticas (*) son números semejantes a cualquier delantero promedio. Si comparamos los números de Toledo con los de los delanteros que están participando en la Champions League observamos que iguala en promedio de gol a Edin Džeko, del Manchester City, a Roque Santa Cruz y Javier Saviola, del Málaga, y supera a Wayne Rooney y Danny Welbeck, los dos del Manchester United.

Sí, sí, sí. Toledo hace un gol cada 377 minutos. Rooney, algo en baja esta temporada, tarda 400 minutos. La comparación es absurda pero no se asusten si algún jugador olvidado o insultado por los simpatizantes canallas aparece en la cúspide de las estadísticas del mejor torneo del mundo. Ya está pasando. Muchos deben haber olvidado a Emanuel Herrera, centrodelantero nacido en Fighiera. Nunca debutó en el primer equipo pero hizo todas las inferiores en Rosario Central. Fue cedido a préstamo a Chacarita, luego a Sportivo Italiano y terminó siendo suplente en Patronato de Paraná. En ninguno de los tres equipos hizo goles y en ninguno fue valorado. Al borde del retiro, probó suerte en la B de Chile. Fue goleador y posteriormente cayó al académico Unión Española entrenador por el Coto Sierra. La rompió. A tal punto que en 2012 se fue por tres millones y medio de dólares al Montpellier de Francia.

¿Saben quiénes son los delanteros con más disparos al arco en la Champions League?
1) Cristiano Ronaldo con 7,3 disparos por partido.
2)Messi con 4,8.
3) Ibrahimovic con 4,6.
4) Robben con 4,3.
5) Emanuel Herrera con 3,7.

Las críticas exageradas de un ambiente crispado llevan a la descalificación. Es por lo menos fragmentado criticar la inclusión de Toledo sin tener en cuenta los patrones de juego del equipo. Toledo juega a ser el “target man” y rara vez le sale bien. Pero el equipo sacó mucho provecho de esa situación. Las segundas jugadas ganadas por los mediocampistas dieron cuenta de su intervención previa. Los entrenadores más pertinentes son los que se dan cuenta de los momentos de sus jugadores. La inclusión de Bareiro responde a eso. Pero las características del delantero ex Olimpo son diferentes a las de su antecesor. El último ocaso de Toledo puede traer modificaciones en la estructura canalla.


(*) Estadísticas anteriores al 2 de abril de 2013.