“Me encanta contagiar buena vibra al mundo”. Así se expresaba Pelux, el joven que fue grabado mientras bailaba sin parar en la esquina de San Lorenzo y Sarmiento, cuya imagen fue usada para la promoción del aniversario de un boliche rosarino. El contagioso ritmo de este Dj generó mucha simpatía entre los cibernautas y su conducta, alejada de todo prejuicio, llamó la atención de Rosario3.com, que buscó su palabra.

Pelux demostró ser una persona cálida y sensible, con mucho interés en crear música y compartirla. ¿El videíto en You Tube?. Una anécdota más entre, quién sabe, qué cantidad de locuras. Sin embargo, muchas personas pretendieron juzgarlo y calificarlo, sin conocer ningún aspecto de su persona. Alcanza con pegarse una vueltita por los comentarios que algunos usuarios dejaron en Rosario3.com. Quizás una visita a su site pueda revelar algo de su creatividad, guste o no guste.

¿Cuál es el problema de que una persona exteriorice sus emociones con el cuerpo? ¿Molesta a alguien? ¿Perjudica a alguien? Es evidente que los comportamientos que difieren a los de la mayoría de la gente irritan a muchos y que una particular forma de pararse ante la vida molesta. Al parecer, que una persona se exprese en forma directa, a través del baile como ancestralmente lo vienen haciendo distintas culturas, es sinónimo de desconexión con la Tierra, de irresponsabilidad y es un signo de debilidad.

No se trata de reivindicar a este joven como un ejemplo a imitar - lejos está su intención al dejarse llevar por el ritmo esa mañana en el centro- ni de situarlo en el lugar de genio loco. Por el contrario, la idea es tomarlo como lo que es, una persona diferente a la que no le importa lo que digan pero que no por eso deja de reflexionar, observar, trabajar y formar parte de esta sociedad, a la cual puede enriquecer desde su postura optimista y bienintencionada.

¿Que no es un tema para hacer una nota? En la agenda informativa hay lugar para todo: algunas cuestiones son noticia por su impacto social, otras por lo atípico o llamativo. Después está en cada medio la jerarquía que le otorga a cada tema y en cada lector, televidente, radioescucha el interés que le pone.

Siempre es bueno debatir sobre la calidad y el contenido de la información, sobre todo en internet, donde los mensajes se multiplican por miles. No estaría mal incluir la necesidad de tolerar un poco más a los que no piensan ni se mueven como uno.