En un estudio reciente, la doctora Diana Jalal y sus colegas del Centro de ciencias de la salud de la Universidad de Colorado en Denver estudiaron a 4.528 adultos que no tenían antecedentes de presión arterial alta. Examinaron la ingesta de fructosa y hallaron que los que consumieron más de 74 gramos de fructosa al día (el equivalente a dos y media gaseosas con azúcar) incrementaron su riesgo de hipertensión en entre 28 y 87 por ciento, según el nivel de hipertensión.

El jarabe de maíz rico en fructosa se halla en muchos alimentos y bebidas procesados. Los investigadores han relacionado un mayor consumo de glucosa con la creciente epidemia de obesidad. Sin embargo, los científicos no estaban seguros de si existía una relación entre el consumo de fructosa y la hipertensión.

"Estos resultados indican que la ingesta elevada de fructosa, como azúcar adicionada, se relaciona de manera significativa e independiente con mayores niveles de presión arterial en la población adulta estadounidense que no tiene antecedentes de hipertensión", escribieron los autores del estudio, y agregaron que hacen falta más investigaciones para determinar si reducir los niveles de ingesta de fructosa también reducirá la presión arterial.

Fuente: Health Day