Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos) y la Universidad de Haifa (Israel) han descubierto que coger la mano a un ser querido con dolor no solo permite sincronizar la respiración o el ritmo cardiaco sino también las ondas cerebrales, lo que puede ayudarles a aliviar parte de su sufrimiento. Además, según detallan en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), cuanto mayor es la afinidad con la persona afectada más se sincronizan sus actividades eléctricas y más alivio del dolor se consigue.

"Este hallazgo ilustra el poder y la importancia del contacto humano", ha reconocido Pavel Goldstein, principal autor del estudio, lamentando que en el mundo moderno se han desarrollado nuevas formas de comunicación que favorecen que haya "menos interacciones físicas", según 20minutos.

Su trabajo es el último de un creciente cuerpo de investigación que explora un fenómeno conocido como "sincronización interpersonal", en el que las personas se asemejan fisiológicamente a las personas con las que están, pero es el primero en observar la sincronización de las ondas cerebrales en el contexto del dolor y detectar un posible efecto analgésico del contacto físico.