El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, llamó en la plaza de la Libertad al gobierno a favorecer la capacitación laboral de los más jóvenes para que estos puedan desarrollar un trabajo y no quedar al margen del sistema productivo.

En la tradicional homilía que cierra la peregrinación por el día de San Cayetano, Mollaghan aprovechó también para pedir mayor seguridad en las calles. Además, tras el debate que se desató por el caso de la joven discapacitada que quedó embarazada por una violación y solicitó, sin éxito, poder abortar; el arzobispo pidió que se respeten los derechos del niño por nacer.

"Pedir por la vida es rogar por la seguridad en nuestros barrios, en nuestra familia, para que nuestros chicos puedan salir de su casa sin el miedo de quizás no volver", deslizó Mollaghan. Además, agregó que "pedir por la vida es también respetar a toda persona", incluso "a los niños por nacer, sean pobres o ricos". 

Tras el discurso, monseñor Mollaghan, acaso imbuido de espíritu K, rompió, por decirlo de alguna manera, el protocolo y se paseó entrre los fieles recibiendo saludos y palmadas que envidiaría cualquier político en campaña. Luego sí comenzó la desconcentración.

Más temprano, centenares de rosarinos comenzaron a llegar este lunes hasta la iglesia de San Cayetano, en Buenos Aires y Cerrito, para agradecer o pedir algo tan básico como trabajo al patrono que lo representa.ç

A las 6 de la mañana comenzaron las misas en Rosario, donde se realiza una por hora. Mientras que desde las 15, comenzó la habitual peregrinación que culminó con las palabras de Mollaghan.

Cargando audio...

El arzobispo se mostró feliz "de experimentar el cariño de la gente"