A un año de la tragedia de Once los familiares de las 51 personas muertas continúan su búsqueda de justicia. Para Pablo Menghini, el padre de Lucas, la última víctima hallada dos días después del siniestro, no existe forma de perdonar a los responsables del accidente ni al gobierno nacional que en ocho años de administración no logró reconstruir el sistema ferroviario. Este miércoles habrá una conferencia de prensa y el viernes un acto homenaje en la estación.
En diálogo con Alberto Lotuf (A Diario, Radio 2), el papá de Lucas arremetió con dureza contra el kirchnerismo al recordar que la presidenta Cristina Fernández recién se refirió al choque cinco días después de ocurrido y aún entonces no hizo nada para esclarecer el accidente excepto ordenar pericias que de haber sido realizadas del modo en que la madataria las solicitó, hubieran hecho "naufragar" la investigación.
Para Menghini la tragedia no se cobró 51 víctimas –ni siquiera 52, puesto que una embarazada perdió su bebé aquel día–, sino que melló la vida de miles de personas: familiares y amigos de quienes perecieron en la estación, y de todos aquellos que temen subirse a un coche y que ocurra lo mismo que en el verano pasado.
"Es verdad que lo del menemismo fue terrible, pero hubo ocho años para repararlo", apuntó el papá de Lucas en franca crítica a la ausencia de políticas que revirtieran el estado decandente del sistema ferroviario argentino, tanto más, cuanto que el oficialismo culpó específicamente al desguase del Estado en los noventa de lo sucedido en Once.
“Ojalá el gobierno hiciera mea culpa, pero si lo hace ahora es tardío. Ha sido hiriente desde el principio”, fustigó en referencia a la frase desafortunada del entonces ministro de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien había asegurado que de haber sucedido otro día, el accidente “no hubiera sido tan grave”. Pero también en alusión al desempeño en la misma cartera de Ricardo Jaime. Ambos funcionarios se encuentran actualmente imputados en la causa junto con los hermanos Carlos y Mario Cirigliano (dueños de TBA); el conductor de la chapa 3772 de la línea Sarmiento; Marcos Antonio Córdoba –inicialmente sobreseído– y el ex interventor de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), Antonio Sícaro.
“El gobierno brega por los delitos de lesa humanidad, pero en esto calla. Para ellos la tragedia de Once no existe”, se quejó y pidió que se dejara actuar a la Justicia “sola”.
El acto del viernes
La ceremonia del 22 de febrero comenzará en la estación porteña con un minuto de silencio a las 8.32 en recuerdo de las víctimas. Más tarde se realizará una misa, para luego, entre las 17 y las 19 comenzar a palpitar la previa del acto central. La consigna –sin banderías políticas o sindicales de por medio– será por justicia.