El transporte vuelve a ser el principal dolor de cabeza para el gobierno municipal. Es que los choferes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ya advirtieron que serán inflexibles en reclamar que se cumpla el aumento salarial del 20 por ciento acordado para julio, los empresarios dicen que no podrán pagarlo si no se sube el boleto, los concejales aseguran que no votarán un nuevo incremento de la tarifa y la Nación cerró la puerta a cualquier posibilidad de enviar un mayor subsidio para el sistema de colectivos rosarinos. Así, sin solución a la vista, la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, sólo atinó a pedir al gremio que sea tolerante para evitar que se repitan paros como los que dejaron a pie a miles de rosarinos a fines de marzo pasado. García habló ayer con Radio 2 y repitió que la estrategia municipal pasa por pedir que se redistribuya el subsidio de la Nación, que favorece claramente a Capital federal, algo que desde Buenos Aires ya descartaron por completo. La funcionaria local esgrimió como argumento que se debería premiar a las ciudades que, como Rosario, tienen tarifas más bajas que el resto de las ciudades y renueva en un menor plazo las unidades. Justamente la ordenanza que obliga a cambiar en un plazo de entre cinco y seis años las unidades de transporte urbano es, para el diputado oficialista Agustín Rossi, uno de los problemas para el transporte de Rosario. En Buenos Aires, por ejemplo, ese plazo es de 15 años, lo cual abarata los costos para los empresarios. Sobre la desigual distribución de aportes por parte del gobierno nacional para el transporte del interior del país, el diputado Rossi señaló en declaraciones a Radio 2 que “no se puede comparar la situación de Buenos Aires con la del resto de la provincias”. Sin mostrar diferencias con la decisión del gobierno de la Nación, el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria señaló que “el de Buenos Aires es el único sistema de transporte del país que depende del gobierno de la Nación. El aumento de la partida del Sistau significó un aporte propio sobre un sistema que ya dependía del Ejecutivo”. El Sistau (subsidio al transporte) se distribuye en forma directamente proporcional a la productividad del sistema. Es decir, que cuanto más pasajeros se transportan, más kilómetros se recorren y más se recauda, por lo tanto, más subsidios se reciben. En este sentido, desde hace un tiempo en Rosario se busca modificar esos criterios de distribución y se propone que las ciudades que tengan tarifas del boleto bajas reciban más subsidios. Consultada por este tema la secretaria de Transporte municipal, Clara García, manifestó que “lo que impulsamos es que se premie con más ayuda a las localidades en donde se renuevan las flotas de colectivos con continuidad y donde los empleados están al día con sus cargas sociales y aportes jubilatorios”. Este pedido se desprende del decreto de necesidad y urgencia Nº678, que el gobierno nacional firmó hace una semana y que crea el "régimen de compensaciones complementarias", con el objetivo de reducir los incrementos salariales de las concesionarias porteñas. De esta manera la medida prevé asistir con 395,5 millones de pesos, que se cubrirán con fondos provenientes del Tesoro Nacional, mediante una reasignación de partidas presupuestarias. La decisión del gobierno nacional no sólo apunta a dar más sino también a exigir menos a los empresarios de transporte urbano de Buenos Aires. Es que se ampliaron en un 50 por ciento los subsidios y se extendió a 15 años el plazo para renovar las unidades. “No se puede cuestionar ni analizar a partir de comparación con otras ciudades. Lo que hizo el gobierno con Buenos Aires es lo que tendría que hacer el municipio de Rosario con su transporte de pasajeros”, expresó Rossi en ratificando la distribución de los subsidios. Y añadió: “Nadie cuestiona lo que recibe la ciudad en obras públicas. Sin ir más lejos, la Circunvalación la usamos los rosarinos y se hizo con los fondos de la Nación”. Aunque no pudo arrojar una respuesta que aleje la idea de un aumento de la tarifa del transporte, en declaraciones a Radio 2, Clara García señaló que “el diálogo está abierto”. Optimista en relación a la resolución del conflicto, García manifestó que “lo mejor sería evitar un paro de actividades para evitarle el sabor amargo que siempre perjudica al vecino y usuario de la ciudad”. Por último la secretaria de Transporte municipal instó al diálogo. “Ojalá los actores involucrados puedan sentarse para discutir y llegar a un acuerdo”.