Un procedimiento judicial disparó la alarma de los vecinos de San Juan al 500, donde este lunes se desarrolló un operativo de desalojo de dos inmuebles. Tras expulsar a los ocupantes ilegales, los funcionarios tabicaron el frente del edificio y dejaron en su interior, unos ocho perros, sin comida ni agua.

“Estamos muy preocupados –dijo en diálogo con el periodista Gustavo Poles (Radio 2), Alberto, vecino de la cuadra– porque se escucha aullar a los animales que quedaron encerrados en las dos casas (San Juan 536, planta baja, y San Juan 538, planta alta) que estuvieron usurpadas durante varios años”.

Los vecinos se movieron con rapidez. Llamaron a la Guardia Urbana Municipal (GUM) para que actúe, pero les respondieron que no es un tema de su competencia. Entonces se dirigieron al Instituto Municipal de Salud Aminal (Imusa), donde les contestaron que ellos sólo se encargan de atender a los animales que llevan a esa dependencia. Ante el transcurso de las horas y la impotencia de querer asistir a los perros sin poder hacerlo, también efectuaron una denuncia en el Ministerio Público de la Acusación en la que aergumentaron que “por razones humanitarias deberían permitir el ingreso al inmueble a fin de poder sacar a los animales”, sin que hasta el momento hayan recibido respuesta alguna.

“El tema es que nadie quiere entrar sin autorización judicial, pero aunque quisieran hacerlo, el ingreso está vallado y cerrado con cadenas y candados”, agregaron los vecinos de la cuadra, quienes reclamaron medidas urgentes para preservar la vida de los animales.