La protesta de agentes del Comando Radioeléctrico, que primero marcharon y después se autoacuartelaron por cambios de horarios dispuestos por el Ministerio de Seguridad, se terminó de quebrar a media mañana, cuando doce móviles salieron por una de las puertas secundarias de la Jefatura de Policía y burlaron el bloqueo que realizaban familiares de miembros de esa agrupación. Ante esa situación, el gueso de los agentes que protestaban decidieron dar marcha atrás con la medida y varios de ellos expresaron su temor de ser sancionados con pases a disponibilidad. Según el jefe de la fuerza provincial, comisario Hugo Tognoli, el trabajo ya era normal. Pero al mediodía aún quedaba un pequeño foco rebelde en la puerta de Jefatura liderado por Apropol. A las 15 ese foco parecía terminar de apagarse.

El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, dijo que se acordó dar marcha atrás con el cambio de horario, medida que disparó la reacción policial porque supuestamente dificultaba que los agentes realicen adicionales que permiten engrosar sus sueldos, pero que a la vez desde el Comando se garantizó que se organizará de tal forma de posibilitar que haya unos 45 móviles de la agrupación en forma permanente en la calle, que sumados a los de las comisarías y otros sectores de la Unidad Regional II totalizarán cien, el objetivo que perseguía el gobierno.

Según Lamberto, en realidad el acuerdo se produjo cerca de la medianoche y lo que había quedado era un “remanente de gente vinculada a una organización policial (por el gremio no reconocido Apropol) y algunos exonerados, separados de la fuerza, que no dejaban salir al Comando”.

En diálogo con el programa A diario, de Radio 2, el funcionario consideró “grave” esa situación y en cuanto a la posibilidad de que se apliquen sanciones, dijo que “no se va a realizar una caza de policías”, pero luego, consultado por Rosario3.com, adelantó que “se van a abrir sumarios administrativos” para determinar responsabilidades en lo que fue, de hecho, un quiebre de la verticalidad policial.

“Somos prudentes y analizaremos en forma indivdual el accionar, no en forma masiva. Los reclamos administrativos serán promovidos y cada uno hará su descargo. Lo que queremos dejar en claro es que en una fuerza de seguridad como la nuestra no se puede abandonar el servicio”, enfatizó y buscó “dejar en claro” que la protesta de ninguna manera de toda la policía sino sólo del Comando.

En cuanto al acuerdo, explicó que con el cambio de horario se buscaba poner algo más de 50 móviles del Comando en forma permanente en la calle. Lo que se negoció es que habrá unos 45, cifra que, compensando con los de otras unidades, permitirá llegar a los cien en total que el Ministerio entiende que se necesitan para patrullar hoy la ciudad.

Lo que los negociadores del Comando garantizaron es un mayor número de choferes dispuestos a manejar los patrulleros, algo a lo que hoy muchos se resisten por las responsabilidades que acarrea.

Por eso, Lamberto evaluó que el objetivo, que es poner más móviles policiales en la calle, “se ha logrado”. “El objetivo es que la sociedad tenga su control policial”, enfatizó.

El funcionario dijo además que levantada la protesta treinta móviles del Comando estaban realizando patrullajes. Pero el foco que aún resistía al mediodía, liderado por Apropol, decía que sólo eran doce los patrulleros que volvieron al trabajo.

La mediación del juez

Antes, el juez de instrucción Juan Andrés Donnola llevó adelante una mediación en el conflicto policial que por unas 24 horas tuvo en vilo a la ciudad. El magistrado se presentó este viernes por la mañana, cerca de las ocho, en la Jefatura de Policía de Ovidio Lagos al 5200. Llegó acompañado por el fiscal Aníbal Vescovo en un intento por destrabar la situación.

Este jueves, policías del Comando Radioeléctrico a bordo de sus patrulleros protagonizaron una inédita protesta frente a la sede local de la Gobernación en Rosario, movida que luego se trasladó a la Jefatura. Allí iniciaron un paro de actividades y un autoacuartelamiento, algo que no se daba desde abril de 2005.

Este viernes por la mañana un grupo de efectivos continuó dentro de la Jefatura y mantuvo hasta cerca de las 10 los reclamos de dar marcha atrás con un cambio de horarios y no ser sancionados por protestar.

A esa hora, se produjo un quiebre en la protesta: doce móviles del Comando salieron por una puerta lateral de Jefatura, donde desde horas antes se decía que había un grupo que quería salir a trabajar.

En la puerta, algunos de los que lideraron la movida, decían que quienes la habían quebrado son los agentes más jóvenes, con pocos meses en la fuerza, que fueron según ellos fuertemente presionados por los jefes y que, además, no están preparados para enfrentar el delito. Además, expresaban su temor de ser sancionados.

A la misma hora, el Ministerio de Seguridad difundió un comunicado en el que sostuvo que en realidad los agentes del Comando ya desde la noche habían decidido levantar la protesta, pero que la salida de los móviles se demoró por el bloqueo realizado por "diversas personas" a las que no identificó.

Madrugada tensa

Es que durante la madrugada, familiares de policías mantuvieron bloqueados los portones  y realizaban además un corte de calle. Incluso, hubo denuncias de "aprietes" a los manifestantes, en el marco de los cuales una mujer habría resultado herida.

Fabián, policía cuya mujer denunció haber sido agredida, contó en Radio 2 que su esposa está embarazada. Relató que el episodio se registró durante la madrugada, cuando él junto a otros compañeros estaban reunidos con jefes policiales discutiendo la situación. "Me llamó y me dijo que le habían pegado varios policías. Que había salido Infantería a pegar". Contó que una compañera de trabajo que había salido justo en el momento para comprar algo a una estación de servicio cercana fue testigo de lo sucedido. "Me comentó que vio cuando  infantería salió con mala intención y con palos comenzaron a agredir a familiares", precisó. Apuntó contra una mujer policía como la agresora. Detalló que encontró a su mujer "con un ataque de nervios, mal, llorando, descopuesta". La embarazada fue llevada a un hospital privado, donde tras algunas horas recibió el alta.

En tanto que el titular del gremio no reconocido de policías, Alberto Martínez, acusó al gobierno de “bancar” al narcotráfico y también fue contra el juez Donnola. En diálogo con A Diario (Radio 2), Martínez disparó contra las autoridades provinciales: “Ellos bancan los kioscos de drogas y nos tenemos que ir nosotros. Bancan a nacotraficantes para que pongan boliches y nos sacan a nosotros. Son unos hijos de puta”.

“Que busquen a los narcos, no tienen vergüenza, miren lo que hace un juez de Instrucción”, bramó en relación a Donnola. Luego, preguntó sin bajar el tono: “¿Hasta cuándo aguantamos esto?".  Martínez consideró que la conducción provincial “está destruyendo la reserva de la policía” y volvió a remarcar: “No nos vamos una mierda”.

El reclamo

Los policías exigían que las autoridades se comprometan por escrito a no sancionar ni ordenar pases a disponibilidad de ningún integrante del Comando por la medida de fuerza. Además, piden que se retire el plan para cambiar la carga horaria que planteó el Ministerio de Seguridad de la provincia. Los policías sostienen que por la modificación de horarios perderían de hacer servicios adicionales, ingreso que les resultan vitales por sus bajos sueldos, aseguran. La modalidad que se pretendía aplicar implicaba trabajar 8 horas diarias y descansar 24 horas, por lo que el turno va rotando. Lo que los policías consiguieron es mantener el régimen de 9 por 31.

Cargando audio...

Juan Andrés Donnola (Radio 2)