La Casa Blanca y los republicanos empezaron a dar señales conciliadoras, en particular sobre Irak, en sus primeros contactos con los demócratas tras la amplia victoria de estos últimos en las elecciones legislativas del martes en EEU.U.

Este jueves quedó confirmado que los demócratas tendrán el control de ambas cámaras del Congreso, después de que el último escrutinio pendiente para el Senado, en Virginia, cayera del lado de la hasta ahora oposición.

El senador republicano George Allen admitió este jueves su derrota frente al aspirante demócrata, Jim Webb, que le sacó una ventaja de apenas 7.300 votos en una contienda en la que se depositaron 2,5 millones de sufragios. "El pueblo de Virginia ha hablado, y yo acepto su decisión", afirmó Allen en una declaración ante sus seguidores en Alexandria (Virginia).

Pocas horas antes, en el otro resultado pendiente, el también senador republicano Conrad Burns, de Montana, había admitido su derrota frente al demócrata Jon Tester.

Los demócratas, que ya se habían asegurado el mismo martes la mayoría en la Cámara de Representantes, contarán en el Senado con los votos de sus 49 representantes más los de dos independientes que ya han asegurado que se alinearán con ellos. Ello les da 51 votos, frente a los 49 de los republicanos.

Bush almorzó este jueves con la que será la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para una primera toma de contacto. Ambos aseguraron que comienzan la próxima legislatura con una actitud de "colaboración", por encima de sus diferencias políticas.

"Los demócratas ganaron las elecciones, pero los desafíos para nuestro país siguen y trabajaremos para solucionarlos. No siempre estamos de acuerdo sobre todos nuestros puntos de vista pero sí lo estamos en que amamos a nuestro país y por lo tanto colaboraremos para solventar esos problemas", afirmó Bush.

En un sentido similar se pronunció Pelosi, que aseguró que con su victoria en los comicios los demócratas había hecho "historia", pero que ahora necesitaban "hacer progresos".

"Ambos hemos extendido la mano de la amistad, y tenemos muchas ganas de colaborar en medidas para crear confianza. Tenemos nuestras diferencias pero intentaremos resolverlas", agregó la que será la primera mujer presidenta de la Cámara de Representantes en EEUU.

Previamente Bush, tras reunirse esta mañana con su Gabinete, se había esforzado también en mostrarse conciliador, en particular en lo que respecta a Irak, donde permanecen desplegados cerca de 140 mil soldados de EEUU.

Desde el comienzo de la guerra, en marzo del 2003, han muerto en torno a 2.800 militares estadounidenses en el país árabe. Los demócratas basaron buena parte de su campaña en las críticas a la estrategia de Bush y su Gobierno en la guerra en Irak.

En una declaración en los jardines de la Casa Blanca, junto a su Gabinete, el presidente se declaró "abierto" a sugerencias sobre la política a seguir en Irak. "No importa de qué partido sea uno, todos tenemos la responsabilidad de garantizar que las tropas cuentan con los recursos y el apoyo que necesitan para imponerse", dijo.

Por tanto, aseguró estar "abierto a cualquier idea o sugerencia que nos ayude a lograr nuestras metas de derrotar a los terroristas y garantizar el éxito del Gobierno democrático en Irak".

En una importante concesión a los demócratas, Bush había anunciado el miércoles la dimisión de su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, para muchos la "cara" de la guerra. Rumsfeld será sustituido, si lo aprueba el Senado, por el ex director de la CIA Robert Gates.

Pero la Casa Blanca ha dejado claro que hay otro cargo sobre el que había tenido sus más y sus menos con los demócratas en el que no piensa ceder: el del embajador ante la ONU, John Bolton. La Casa Blanca envió ese nombramiento al Comité de Relaciones Exteriores del Senado para que sea aprobado antes de que los demócratas tomen posesión de sus escaños en enero próximo.

En sus declaraciones de este jueves, Bush también explicó cuáles son las prioridades que quiere plantear ante el Legislativo: la aprobación de la ley de espionaje a supuestos terroristas y la de Energía, así como el tratado de cooperación nuclear con la India y el visto bueno a la entrada de Vietnam en la Organización Mundial de Comercio.

Fuente: EFE