Al final, lo que se temía, ocurió. Carlos Fuentealba, el docente que fue herido con una granada de gas lacrimógeno en la cabeza en Neuquén en la represión del miércoles, falleció este jueves por "muerte cerebral", según el parte médico difundido este jueves a la tarde.
Los médicos del hospital donde estuvo internado el docente señalaron que su "estado es irreversible" y que la "muerte cerebral" se registró a las 18.
Ante la confirmación de la noticia, sus compañeros que estaban en la puerta del hospital señalaron la responsabilidad en el hecho del gobernador Jorge Sobisch y pidieron la renuncia del funcionario y de los responsables en el gobierno. "Al compañero lo fusilaron por la espalda", señaló a TN el amigo y testigo Juan Uribe.
Por su parte, el presidente Nestor Kirchner manifestó su "profundo dolor, pena y pesar" por la muerte del docente Fuentealba y repudió "la violencia y represión como forma para enfrentar las protestas".
El presidente afirmó que la política desde el gobierno nacional es de "persuasión y disuasión" y en ese sentido recordó que siempre se dispuso de policías desarmados para las manifestaciones como una forma de prevención.
Otra vez la represión
Más temprano, frente a la Casa de Gobierno de Neuquén, la policía volvió a reprimir este jueves a la tarde con gases lacrimógenos a unos 700 manifestantes que rodearon la Casa de Gobierno, y que impedían la salida de funcionarios del edificio. Es que, pasado el mediodía, los maestros reaccionaron tras enterarse de que el gobernador Jorge Sobisch hablaba de "enfrentamiento" y no de "represión".
Contra las rejas del sector donde se levanta un auditorio, los docentes hicieron ruido con botellas y gritaron "Sobisch asesino, Sobisch asesino", en repudio a la represión que sufrieron ayer.
Poco antes de las 16, dos vehículos de la policía neuquina salieron de la Casa de Gobierno con funcionarios del Ejecutivo provincial y los uniformados arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que estaban apostados en el lugar. Aunque para ese entonces fuentes oficiales aseguraban que el gobernador ya había salido del edificio, no se descartaba entre los manifestantes que la movida haya tenido como objetivo sacarlo del edificio.
Mientras tanto, en Buenos Aires el ministro del Interior recibió al titular de la Ctera, Hugo Yasky, para analizar lo sucedido en la provincia durante la represión de ayer a los docentes. El gremio ratificó la huelga el lunes próximo y habrá actos en todo el país.
“Vamos a pedir además que se avance en una agenda de leyes para que las provincias no se puedan comportar como republiquetas”, aseguró Yasky.
Por su parte, el ministro del Interior señaló que el presidente estaba al tanto de los hechos pero justificó la falta de intervención en el conflicto. “Es un país federal, no puedo darle órdenes a los gobiernos”, señaló.
Las explicaciones de Sobisch
Ante los periodistas, el mandatario neuquino admitió haber dado la orden para sacar a los docentes de la ruta para "evitar el corte en el lugar", pero dijo que no se hacía cargo de los excesos policiales. "Al no haber acuerdo hubo enfrentamiento, hubo de ambos sectores ataques. Lo que no califico es la actuación del policía que tiró a mansalva, le vamos a caer con todo el peso de la ley", señaló Sobisch.
El mandatario dijo que el autor del disparo que impactó sobre el docente "va ser idenfiticado en las próximas
horas entre dos o tres agentes antimotines de los 12 que participaron del operativo". Consultado puntualmente sobre el accionar policial en los incidentes, Sobisch se negó a dar su opinión, dado que "está en plena investigación de la justicia".
Por otra parte, el gobernador neuquino aseguró que no había pensado en su renuncia ni tampoco en pedirle a funcionarios de su equipo que se alejaran de sus funciones al menos hasta tanto se establezca qué fue lo que ocurrió en la movilización.