La junta militar de Myanmar impuso hoy el toque de queda por 24 horas en Rangún, la capital de Myanmar, medida que fue anunciada a través de altoparlantes por las calles de la capital. La medida, que también fue impuesta en Madalay, la segunda ciudad del país, se conoció en el marco de las manifestaciones a favor de la democracia encabezadas por monjes budistas.

Hoy temprano, el régimen militar de Myanmar había desplegado tropas en todo el país para controlar una nueva protesta encabezada por monjes budistas, mientras que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunció sanciones contra esta dictadura en la Asamblea de la ONU.

Una manifestación de cerca de 150 mil personas encabezada por monjes budistas marchó hoy por las calles de la capital de Myanmar, mientras entonaban la consigna "democracia, democracia", en un corredor formado por civiles tomados de la mano, informó la agencia alemana DPA.

En el octavo día de protestas por una mayor apertura democrática, otros 700 religiosos realizaron una protesta similar en Mandalay, la segunda ciudad del país del sur de Asia.

Las manifestaciones tuvieron lugar un día después de que el gobierno militar, que detenta el poder del país desde hace 45 años, ordenara a los monjes budistas detener toda actividad política y regresar a sus monasterios.

La Junta militar de Myanmar envió hoy a ocho camiones cargados de policías con escudos, machetes y rifles a la zona de la capital donde concluyeron las principales manifestaciones, dijeron testigos citados por la agencia Ansa.

Otros once camiones llenos de soldados también fueron desplegados en la misma área.

Por su parte, Bush dijo hoy que "Estados Unidos va a ajustar las sanciones económicas contra la Junta militar y quienes la apoyen. También impondremos una prohibición de visas para aquellos responsables de violaciones a los derechos humanos y sus familiares", ante la Asamblea General de la ONU.

"Los estadounidenses estamos indignados por la situación en Myanmar, cuya junta militar impuso un reino del miedo de 19 años", agregó el mandatario norteamericano.

La Junta también advirtió contra cualquier otra reunión ilegal en un país donde están prohibidas los encuentros públicos de cinco personas o más.

En tanto, el primer ministro británico, Gordon Brown, reclamó que los países de la UE envíen un mensaje de advertencia a la Junta militar, que diga: "Estamos observando lo que están haciendo e impondremos mayores sanciones si adoptan la medida equivocada".

La Unión Europea (UE), que en 1996 impuso sanciones al gobierno militar de Rangún, expresó hoy su "preocupación", sobre todo por el incremento de la fuerza militar, y exhortó a "todas las partes y en especial al gobierno a ejercitar la máxima moderación".

El gobierno de China, principal aliado y socio comercial de Mynamar, exhortó a las autoridades del país y a los manifestantes a encaminar "correctamente" la crisis, pero descartó que su decisión sea intervenir en asuntos internos.