La Justicia procesó a tres policías por la fuga de un interno de la Alcaidia mayor, el pasado 7 de abril. Uno de los guardias está señalado por recibir dinero a cambio de dejar libre al preso y los otros dos por consentirlo. “Con la investigación llegamos a la conclusión que había contradicciones en los discursos”, advirtió el juez de la 7ª Nominación, Juan Andrés Donnola, interviniente en el caso.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), el magistrado informó que procesó al guardia, Matías Alberto O., por “favorecimiento doloso de evasión en concurso real con cohecho pasivo” y a sus compañeros José y Nicolás V., por omisión, ya que debieron haber dado a conocer la irregularidad. En la misma resolución también fue procesado, por evasión y cohecho, el preso Emiliano Gabriel R.

Según recordó, un hombre de 29 años se fugó el 7 de abril pasado de la Alcaidía Mayor. Según la explicación oficial, el hombre desapareció de la vista del guardia, mientras estaba realizando tareas de limpieza y destape cloacales en el penal ubicado por avenida Francia al 5200. Pero, una vez recapturado en la casa de su familia, confesó que había entregado dinero a la policía para lograr evadirse.

“Brindó una versión de cómo se fue del lugar. Hay una trama, un itinerario que investigamos y llegamos a la conclusión de que hay contradicciones relevantes en los discursos”, indicó Donnola.

“No queremos ser más papistas que el papa”, soltó y explicó: “En una estructura carcelaria como la argentina, si se saca a un interno para cumplir una función que no le corresponde tiene que ser sacado con un permiso. Se habló de trabajos cloacales y eso no está en el registro, acá no se siguió el protocolo”, señaló.

De acuerdo a las precisiones publicadas por el diario El Ciudadano de este jueves, la salida fue asentada en el libro memorandum de guardia por el agente José Miguel V., de 29 años, aunque no se mencionó quién había autorizado dicha salida. A las 19, este agente policial fue relevado por su hermano, Nicolás Alberto V., de 30 años, quien según consta en la investigación del caso no encontró anomalía alguna en el libro.

Cerca de las 23, según consta en el informe policial de esa jornada, se descubrió la evasión, y desde ese primer momento se encontraron irregularidades.

Es que quien dio aviso del faltante del preso fue el uniformado Matías Alberto O., quien a esa hora ya había entregado la guardia a su compañero Raúl Ezequiel R., de 22 años. Pero, según sostuvo en su momento, él en persona estaba vigilando al preso y en un momento recordó que había omitido comentarle a Raúl sobre ciertas salidas transitorias que habían ocurrido durante la tarde, por lo que se acercó hasta la guardia. Cuando volvió, el preso ya no estaba. Ante esto, dio aviso a las autoridades del penal, quienes buscaron sin éxito al preso en todo el perímetro de la Alcaidía y también en los alrededores.

Relato clave

El interno fugado, de nombre Emiliano, fue hallado el miércoles 18 de abril en la casa de sus padres, ubicada en Donado al 1300, en la zona oeste de Rosario. En sede policial, contó que esa tarde, el agente Matías Alberto O. lo había retirado de su lugar de detención para que le arreglara su moto, ya que “era mecánico”. Y que mientras estaba realizando dicha tarea se le acercó para decirle: “Enano, ¿tenés 10.000 pesos?, con eso te vas”.

El hombre dijo que sí, pero que no tenía ese dinero encima, aunque si le facilitaban un teléfono en minutos lo conseguía. Según su propio relato, el preso llamó a su hermano y un rato después alguien llegó con el dinero, salvoconducto que le permitió irse del penal por la puerta principal, ya que el portón de salida no tenía llave o candado sino un pasador.