El ritmo de nuestras vidas es cada vez más acelerado, y es normal que las constantes y altas exigencias generen estrés. Aunque todo parezca un caos, hay que aprender a mantener una actitud mental positiva para organizarte correctamente y no perder la calma.

Hay tres tipos de estrés: el agudo, el episódico y el crónico. El primero es el más común y surge de exigencias y presiones del pasado reciente y del futuro cercano. Suele surgir en ciertas situaciones y desaparece al poco tiempo.

El episódico significa estar estresado de manera frecuente, provoca malestares como dolores de cabeza tensos y persistentes, migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedades cardíacas.

Por último está el crónico, el cual surge cuando una persona nunca ve una salida a su situación deprimente, por lo que abandona la búsqueda de soluciones y comienza un proceso hacia un desánimo mortal. Suele darse en casos extremos como guerras o pobreza extrema e irreparable.

El sitio Cultura Colectiva brindó una serie de tips para evitar que el estrés se apodere de tu vida:

1. Comenzá tu día con las tareas más grandes

2. Mantené tu espacio limpio

3. Programá cada día

4. Usá la tecnología para ayudarte

5. No pospongas las tareas

6. Dividí tu día en segmentos

7. Hacé un horario ajustable