P.M

En el plano futbolístico, ningún dolor es más fuerte y profundo que el que provoca la derrota en un clásico. Pero el sufrimiento se ahonda aun más cuando el equipo del cual uno es hincha no entrega señales de juego ni anímicas que puedan atemperar la desazón.

Eso ocurrió con Newell´s en este desapacible domingo de septiembre. La formación dirigida por Pablo Marini sufrió una amnesia momentánea de fútbol, y no hizo nada de lo que le sirvió para quedarse con 10 de los 12 puntos que habían estado en juego en el Coloso en el segmento previo al derby de este domingo. Al cabo, Central se retiró victorioso del Parque luego de un desarrollo que siempre los tuvo mucho más cerca de la victoria, incluso cuando los de Ischia se quedaron con diez hombres por la expulsión de Gervasio Núñez a los 40 minutos de la primera etapa.

Con el resultado puesto, siempre resulta más cómodo esgrimir sentencias que seguro se amoldarán a la conclusión general. Pero visto el rendimiento de algunas individualidades rojinegras, que no lograron pesar en el juego y sucumbieron a la voracidad de la marca canalla, está claro que el entrenador leproso se equivocó en la elección de los 11 elementos que mandó a la cancha, y por ende, en el planteo táctico. Como ejemplo, el flojísimo desempeño de Ariel Zapata, que deberá entender que 150 días de inactividad son motivo suficiente como para prepararse mejor y no apresurarse en retornos efectistas que culminan naufragando en la intrascendencia.

Solo una jugada de riesgo a favor de Newell´s se contó en el primer tiempo: un desborde de Vangioni por izquierda que Da Silva golpeó mitad con la cabeza, mitad con la mano, y nada más. Central, en cambio, contó con más aproximaciones riesgosas, casi todas generadas por la banda izquierda, lugar donde Papa y Núñez torcieron el trámite a favor de la visita.

A la segunda etapa, la Lepra salió con la obligación de buscar con más insistencia la apertura del marcador, a sabiendas de que la expulsión de Núñez a fines del primer acto le otorgaba superioridad numérica. Pero nunca Newell´s logró la claridad pretendida, y Central aguantó casi sin sobresaltos hasta el momento de la definición: penal a Arzuaga que el propio colombiano canjeó por gol a la media hora del complemento, y 1 a 0 que sería la chapa final, aun pese a que la roja a Papa dejó a los de Pomelo con dos hombres de más que no fueron aprovechados.

Tarde negra para el pueblo ñubelista. Una jornada que quedará marcada como una de las más decepcionantes de los últimos tiempos, porque los antecedentes permitían la ilusión de una victoria, que nunca llegó porque el equipo mostró su peor costado en lo que va del Apertura.