Otra vez un alumno protagonizó un ataque en una escuela, aunque esta vez no se trató de una tragedia sino de una suerte de “travesura demasiado pesada”. Es que un chico una bomba de gas lacrimógeno dentro de un establecimiento de San Luis y doce estudiantes más un preceptor debieron ser hospitalizados.

La reacción del estudiante ocurrió cerca de las 9.30 en un recreo dentro del establecimiento San Pablo, ubicado en el centro de la ciudad capital. La bomba de gas estalló en el aula de tercer año del Polimodal, lo que causó pánico entre los alumnos.

Según las primeras versiones, uno de los preceptores sacó del aula el artefacto a las patadas y el gas se expandió por el edificio. "Todos nos pusimos a llorar", contó después uno de los alumnos.

Además de los alumnos afectados por el gas lacrimógeno, el propio preceptor, que padece asma, se desmayo y recibió respiración artificial "porque se le cerró el pecho", dijo la misma fuente según clarín.com.

El responsable del acto aún no fue identificado por las autoridades pero como la granada "no se consigue en armerías ni las pueden comprar los civiles", sospechaban que quien arrojó el artefacto está vinculado a alguna fuerza de seguridad o la adquirió en forma ilegal.