El próximo miércoles se cumple un año de la desaparición de Candela Rodríguez, la nena de 11 años que luego fue hallada muerta a 30 cuadras de su casa en localidad bonaerense de Villa Tesei. La mamá de la chica, Carola Labrador, volvió a reclamar justicia, responsabilizó a los investigadores por no haber impedido el asesinato de su hija y rechazó las sospechas que giran sobre su familia.

“Me da bronca la injusticia, que a un año del hecho estén todos libres. Los asesinos se están riendo de todos nosotros, de mí, de la sociedad y de la Justicia”, expresó la mujer este lunes en diálogo con el periodista Alberto Lotuf (Radio 2).

Agregó que al momento de hablar con los medios de comunicación mientras su hija permanecía cautiva decía todo lo que la policía le indicaba. Pero además acusó a los encargados de investigar el hecho por el mal desempeño de sus tareas. “Si los investigadores hubieran hecho bien las cosas mi hija estaría viva”, dijo Carola Labrador.

“A mí me investigaron desde el día uno, no tengo ningún problema con la Justicia y no tenía problemas con la droga ni nada”, dijo la mamá de Candela consultada por las sospechas que giran en torno a la familia.

Candela (11) fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto de 2011, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía, y el 31 de agosto apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su domicilio.

Por el caso, estuvieron detenidos, además de Cabrera, Héctor "Topo" Moreyra (44), Hugo Bermúdez (53), Leonardo Jara (34), Guillermo López (31), Fabián Gómez (42), Alberto Espínola (31) y Néstor Altamirano (55).

A Moreyra se lo acusaba de haber contratado al resto de la banda para vengarse del padre de Candela, a Bermúdez de haber matado a la chica mediante asfixia, a Jara de haberla capturado haciéndose "el novio", a Gómez y Espínola de dar "apoyo logístico" y a Cabrera y Altamirano de haber "cuidado" a la chica.

En abril último, la sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Morón decretó la nulidad parcial del proceso, ordenó liberar a todos los detenidos y apartó al juez de la causa, Alfredo Meade.

Luego fue separado el fiscal Marcelo Tavolaro y el 7 de agosto, su reemplazante, Ferrario, separó a la Policía bonaerense de la investigación tras un pedido de Mazzeo y basándose en una norma de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

A pocos días de cumplirse un año del crimen, la causa está bajo secreto de sumario y se investigan varias pistas, aunque por ahora no hay nuevos detenidos.

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Carola Labrador (Radio 2)