El atentado que esta mañana sacudió el mercado de animales conocido como Zoco al Gazal, en el centro de Bagdad, causó al menos 15 muertos y 35 heridos, según dijeron fuentes policiales.

La bomba hizo explosión a las 10.00 hora local (07.00 GMT), cuando el mercado estaba lleno de gente, que aprovecharon las pocas horas de libertad de movimientos en este día festivo.

El gobierno decretó cuatro horas de prohibición del tráfico rodado en Bagdad, pero solo a partir de las 12.00, para evitar atentados contra las mezquitas, al ser hoy el día del rezo colectivo tanto para chiíes como suníes.

El mercado, donde se venden animales exóticos y domésticos –especialmente las palomas, tan populares en Oriente Medio. fue objeto de otro atentado parecido el pasado viernes, que causó aquel día tres muertos.

Por otra parte, un soldado del Ejército iraquí resultó muerto y tres más heridos anoche cuando unos desconocidos atacaron el puesto de control en que se encontraban en el barrio de Yarmuk, al oeste de Bagdad, informaron fuentes policiales.

Además, los proyectiles de mortero caídos sobre un barrio del norte de Bagdad ocasionaron la muerte de un civil muerto y heridas a otras cinco personas, sin que se conozcan más detalles sobre el ataque.

Ayer, el gobierno de Nuri al Maliki consiguió la aprobación del Parlamento iraquí para la aplicación de un nuevo plan de seguridad en la capital que busca acabar con la violencia sectaria en la capital.

Según fuentes militares iraquíes, participarán en este plan cinco brigadas del Ejército estadounidense y tres del iraquí, además de miles de policías y de las fuerzas de elite del Ministerio del Interior conocidas como "magawir".

Al Maliki dijo ayer que no habrá refugios seguros para los grupos armados fuera de la ley, ni siquiera las mezquitas, ya sean chiíes o suníes, "si son utilizadas como escondrijos o cobijos de terroristas".

El primer ministro iraquí ha sido acusado por los suníes de no aplicar la mano dura contra los grupos armados chiíes, y en particular el "Ejército del Mahdi" del clérigo radical Muqtada al Sadr, si bien en los últimos días se han practicado redadas masivas de milicianos de este grupo.