Un auto sin conductor de Google hizo un paseo experimental por Washington, en la zona del Capitolio.

El auto, un Toyota Prius, está equipado con un escáner tridimensional en el techo, así como con un conjunto de cámaras y sensores que le permiten obtener información de la carretera y sus alrededores para desplazarse sin un humano al volante.

El sistema utiliza la información obtenida a través de Street View, aplicación de mapas de Google, para posicionar al vehículo y determinar el camino a seguir por las calles de la ciudad.

La semana pasada el estado de Nevada concedió la primera licencia a Google para que pruebe estos vehículos en un entorno de tráfico real, ya que hasta ahora los tests realizados por la compañía habían tenido lugar en vías controladas.

Las autoridades de Nevada aprobaron una ley en 2011 para autorizar la tramitación de licencias para autos con piloto automático, aunque exigen que haya una persona detrás del volante y otra en el asiento del copiloto durante los desplazamientos.

Antes de ello, Google mostró cómo un invidente podía sentarse detrás del volante y sin problema alguno llegar a su destino.

El costo de los componentes tecnológicos que utilizan los vehículos de Google ronda los cien mil dólares pero, con la mejora en el desarrollo, la empresa espera que pueda convertirse en una tecnología accesible y útil, por ejemplo, para personas mayores.