Gregorio Ríos, ex custodio del empresario Alfredo Yabrán y condenado por instigar el crimen de José Luis Cabezas, comenzó a cumplir condena en su domicilio gracias a un habeas corpus aceptado por la Justicia de Dolores.

Ríos había sido beneficiado con la prisión domiciliaria por la Cámara de Apelaciones de Dolores, pero como el Servicio Penitenciario bonaerense no disponía de tobilleras electrónicas para controlarlo, la medida no se hacía efectiva.

Su defensor José Luis Menchón presentó un habeas corpus, al que la Cámara hizo lugar y otorgó la "prisión domiciliara simple", o sea sin custodia policial, por lo que Ríos se fue de la Unidad 39 de Ituzaingó a su casa de Acasusso, bajo responsabilidad de su esposa, Rosa Rodríguez.