"Las personas deben saber que dejar de fumar o controlar la hipertensión o la diabetes es bueno no sólo para reducir el riesgo inmediato de infarto, cáncer y accidente cerebrovascular, sino también de disminuir el riesgo de demencia a futuro", señaló el autor principal de un estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, doctor Alvaro Alonso.

Alonso es profesor asistente de epidemiología en la Escuela de Medicina de la University of Minnesota, en Minneapolis. El estudio demostró también que la relación entre los tres factores de riesgo y la demencia posterior es aplicable independientemente del origen étnico.

La demencia senil es un problema que crece en todo el mundo. Por ejemplo, uno de cada seis estadounidenses de más de 70 años tiene la condición neurológica. Para el 2050, la cantidad de estadounidenses con demencia se triplicará con respecto del 2000.

El estudio incluyó a 11.151 hombres y mujeres de entre 46 y 70 años al ingresar al estudio, en 1990-1992. Al inicio de la investigación, el equipo de Alonso usó estudios físicos y test de memoria y agilidad mental para evaluar la salud de cada participante. Los expertos siguieron a cada participante hasta diciembre del 2004; en ese período se hospitalizaron 203 personas por demencia.

Los diabéticos de mediana edad eran dos veces más propensos que las personas sin diabetes a desarrollar demencia a futuro.

Los fumadores de mediana edad eran un 70 por ciento más propensos que los no fumadores a desarrollar demencia y los hipertensos de la misma edad eran un 60 por ciento más proclives a desarrollar el trastorno mental que aquellos con presión normal en la mitad de la vida.

No se observó un aumento del riesgo de demencia en las personas de mediana edad con sobrepeso, obesidad o colesterol alto.

En un editorial sobre el estudio, las doctoras Stephanie Debette, del Instituto Pasteur, en Lille, Francia, y Sudha Seshadri, de la Escuela de Medicina de la Boston University, dijeron que los resultados respaldan la idea de que reducir los factores de riesgo en la mitad de la vida podría ayudar a prevenir la demencia, pero eso todavía debe demostrarse.

El doctor Nikolaos Scarmeas, profesor asociado de neurología del Centro Médico de la Columbia University, coincidió al decir a Reuters Health que "se necesitan nuevos estudios para demostrar si el control de esos factores (de riesgo) reduciría la probabilidad de desarrollar demencia". El estudio es parte del ensayo en curso llamado Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), que comenzó en 1987.

El estudio ARIC es un seguimiento de la salud de casi 16.000 habitantes de cuatro comunidades en Estados Unidos: Forsyth County (Carolina del Norte), Jackson (Mississippi), Washington County (Maryland) y los suburbios de Minneapolis.

Fuente: Medicina Geriátrica