Quienes conviven con obras en construcción decidieron cuidarse las espaldas e hicieron carne eso de "prevenir es curar". Organizados hace meses, los vecinos que se sienten particularmente “damnificados” por el boom del pico y la pala han decido exigir que tanto la Municipalidad como los colegios de Arquitectos y de Ingenieros integren un fondo de caución previo al inicio de la obra y que, de no mediar inconvenientes, les sea devuelto al finalizar la misma.

Susana Maximino, una de las integrantes de este grupo, habló con Rosario3.com y explicó el pedido, que a través de una carta documento, hicieron llegar a la comisión de Planeamiento del Concejo municipal. “La Municipalidad y los constructores deberán depositar unos diez mil pesos en un fondo que garantice que los vecinos que sean damnificados por una edificación cuenten con ese dinero para hacer frente a los inconvenientes”, explicó.

Los vecinos agrupados contra la fiebre del ladrillo, han abierto una línea de comunicación, para quienes deseen sumar alguna denuncia más.

Al telefóno 4146028, según Maximino, llaman unas cincuenta personas por día, señalando haber experimentado roturas en sus propias viviendas, sufrido insomnio por el ruido, inconvenientes en el tránsito y hasta haber desarrollado enfermedades a causa de las construcciones.