El caso del piloto de una avioneta que mató a su amigo en un vuelo rasante realizado en un campo cerca de Rufino fue caratulado por “homicidio culposo” y no se descarta que el origen de la tragedia haya sido una broma fallida.

Así lo confirmó el comisario de esa localidad Sergio Romero en diálogo con Diez Puntos de Radio 2, quien contó además que el hecho ocurrió el sábado a la tarde cuando el “imputado salió a hacer aplicaciones aéreas de fumigación”.

Antes se había visto con un amigo que lo visitó en el angar ubicado en el kilómetro 535 de la ruta  33 y que se fue caminando con dos perros. “La víctima se había retirado de ese lugar y el imputado hace un vuelo rasante por un camino rural embistiéndolo”, dijo. El impacto de lleno con las ruedas de la avioneta terminó con su vida.

La víctima fue Juan Carlos Álvarez, de 63 años, un hombre conocido en esa localidad, mientras que el piloto es Walter Bauer, de 38 años, que se encuentra en libertad.

“Las causales no han sido establecidas”, aseguró Romero quien dijo que la opción de una broma entre amigos que terminó en fatalidad “es una hipótesis que no se puede descartar”.