“No quiso robarme, nunca me habló. Yo iba caminando y, de repente, sacó el arma y disparó”. El llamado desesperado de una víctima hizo temer anoche a la policía rosarina la existencia de un loco como el de Belgrano en pleno centro rosarino. Temor que se incrementó cuando, poco después, confirmaron otra denuncia idéntica de un segundo joven también amenazado al azar por un hombre armado. Afortunadamente, en el caso local, aunque el agresor gatilló las dos veces nunca salieron las balas. Después de una sangrienta pelea con los efectivos, el delincuente, de 43 años, fue detenido aunque quedó internado en el Heca por las heridas que se produjo en la cabeza al intentar romper el vidrio de un edificio en donde pretendió esconderse de la policía.