Aunque se calcula que entre el 10% y el 15% de las mujeres en edad fértil sufre endometriosis, ésta sigue siendo una enfermedad enigmática que en los casos más graves puede provocar infertilidad. Ni sus síntomas son los mismos para todas quienes lo sufren ni los investigadores están muy seguros de sus causas, ni existe un modo sencillo de diagnosticarla. Sin embargo, un nuevo método de diagnóstico, menos invasivo que la actual laparoscopia que fue presentado por investigadores de la Universidad de Sydney podría hacer que esto cambiase en los próximos años.

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria en la que las células del endometrio (la mucosa que recubre el interior del útero) invaden otros órganos de la cavidad pélvica. Al ´salirse de su sitio´, este tejido endometrial causa dolor e irregularidad menstrual y en las relaciones sexuales y, en los casos más graves, infertilidad.

Además de la descripción de los síntomas, hacer una pequeña incisión en el abdomen mediante laparoscopia para tomar una muestra de tejido es la única manera de tener un diagnóstico certero. Sin embargo, el procedimiento no está exento de los riesgos de cualquier intervención quirúrgica (por sencilla que sea), y en muchos países existe un retraso de hasta 10 años desde la aparición de los primeros síntomas hasta que se obtiene un diagnóstico definitivo (seguido de una pequeña operación para extirpar las células endometriales que han invadido otros tejidos).

Desde 2007, algunos pequeños estudios han demostrado que, a diferencia de las mujeres sanas, las pacientes con endometriosis tienen una elevada presencia de fibras nerviosas en las capas de su endometrio, una ´rareza´ que podría explicar al menos en parte sus síntomas.

Por eso, científicos de la Universidad de Sydney (Australia), en colaboración con la universidad jordana de Mutah, se propusieron demostrar en un ensayo clínico si el análisis de estas células mediante una simple biopsia podría ser tan fiable como la laparoscopia.

Tomaron para ello a 99 mujeres con síntomas de endometriosis y, además de la prueba estándar (laparoscopia), les extrajeron una pequeña muestra de tejido con un procedimiento similar al de la citología, en la misma consulta del ginecólogo y sin necesidad de anestesia.

Al analizar las muestras de tejido al microscopio, descubrieron que las mujeres con más cantidad de fibras nerviosas en su endometrio según la biopsia eran las mismas 64 pacientes a quienes la laparoscopia había diagnosticado la endometriosis.

El análisis, como explican los investigadores, dirigidos por el australiano Ian Fraser, permitió diagnosticar correctamente la enfermedad en el 98% de los casos; aunque a cambio, sólo ´acertó´ en el 89% de los casos negativos.
Esto quiere decir, explican, que la prueba podría utilizarse como un primer método diagnóstico para acelerar el descubrimiento de la endometriosis (especialmente importante en los casos de infertilidad), y sólo realizar la laparoscopia a aquellas mujeres que den positivo en el análisis de células nerviosas. Por su parte, si la biopsia da negativa sólo se estaría ´perdiendo´ al 1% de las mujeres que sí tienen endometriosis.

Fuente: El mundo