Un equipo médico norteamericano estudio a fondo los cambios genéticos causados por influencias de distintas secuencias de ADN y pudo hallar un innovador método que revertiría el deterioro de la memoria que causa el alzheimer en animales.

"Hemos identificado los factores epigenéticos que contribuyen a la pérdida de memoria, pero también hemos encontrado formas de revertirlos temporalmente en un modelo animal", indicó la líder del trabajo, Zhen Yan, integrante del Departamento de Fisiología y Biofísica de la Universidad de Búfalo, Estados Unidos.

La investigación, que fue publicada en la revista Brain y reproducida por Europa Press, se llevó a cabo en modelos de ratones con mutaciones genéticas para el alzheimer familiar, donde más de un miembro de la familia tiene la enfermedad, y en tejidos cerebrales post mortem de pacientes con este padecimiento.

Los cambios epigenéticos en el alzheimer se producen principalmente en las etapas posteriores, cuando los pacientes no pueden retener la información recientemente aprendida y exhiben el declive cognitivo más dramático, dijo Yan. Una de las razones que lo explican es la pérdida de receptores de glutamato, claves para el aprendizaje y la memoria de corto plazo.

Los investigadores encontraron que la pérdida de estos receptores se da a raíz de un proceso epigenético conocido como modificación represiva de histonas, que se eleva en el alzheimer. Lo vieron tanto en los modelos animales que estudiaron como en el tejido post mortem de pacientes con la enfermedad.

Entonces se probó inyectando a los animales con alzheimer tres veces compuestos diseñados para inhibir la enzima que controla la modificación represiva de histonas. "Cuando dimos a los animales de la enfermedad de alzheimer este inhibidor de enzimas, vimos el rescate de la función cognitiva confirmado a través de las evaluaciones de la memoria de reconocimiento, la memoria espacial y la memoria de trabajo. Nos sorprendió bastante ver una mejora cognitiva tan grande", apuntó la investigadora.

Las mejoras detectadas por los científicos duraron una semana, por lo que los estudios futuros se centrarán en desarrollar compuestos que penetren en el cerebro con mayor eficacia y, por lo tanto, sean más duraderos.