Suspendieron este viernes el remate de una vivienda única perteneciente a una familia, proceso que se iba a desarrollar en el Colegio de Martilleros. Se trata de un matrimonio con cuatro hijos que a causa de una deuda contraída en 2001 que no lograron saldar terminaron con una orden de remate sobre su propiedad ubicada en calle Baigorria al 700.

Los damnificados concurrieron a las 16.30 a Entre Ríos 238, sede del Colegio de Martilleros, donde también acudieron representantes de la Asociación en Defensa de la Vivienda Única (APROVU) que protege los intereses de quienes están en riesgo de perder su única propiedad.

Según testimonios del público presente, en momentos en que las ofertas se habían hecho, la secretaria de la martillera hizo una seña clara y manifiesta a dos personas que estaban fuera de la sala y que fueron identificadas por los dirigentes de Aprovu como “los compradores usureros de siempre que especulan con la desesperación de la gente y se quedan con sus casas”.

Al advertir la situación, los integrantes de Aprovu impidieron el ingreso de esas dos personas tras lo cual la martillera procedió a suspender el remate por considerar que no todos los compradores habían podido acceder a la sala.

La decisión comunicada al público fue que el remate fue postergado y se concretará dentro de dos meses en fecha a determinar, pero “a sobre cerrado” lo cual, según interpreta Aprovu contribuye a enrarecer aún más el trámite pospuesto hoy.

Lo que dice el dueño del inmueble 

Otra es la versión del titular de la vivienda en cuestión, Oscar Ferreyra, quien aseguró a Rosario3.com que no se produjeron incidentes durante el acto. Y planteó que "en realidad el acto judicial nunca se inició  a pesar de haberse cumplido todos los términos que exige la ley". Por otro lado, sostuvo que "nadie impidió ningún ingreso" y aseguró que "la policía puede confirmarlo debido a su correcto desempeño".

En su descargo, el dueño del inmueble planteó: "Según testimonios de los presentes dentro y fuera de la sala (vecinos, amigos y representantes de auto convocados de “La Toma”; ninguna O.N.G.), siendo las 16:45 horas, se advirtió a los martilleros Klenzi y Muguruza haciendo señas inconfundibles a dos personas que estaban en la vereda impar de la calle Entre Ríos a la altura del 200, para que ingresaran, cuando en realidad las puertas ya se habían cerrado".

Ferreyra planteó que debido a un “informe telefónico” de la secretaria del juzgado al juez, éste suspendió el acto, alegando que, según palabras de la primera, “no se daban las condiciones de seguridad necesarias”. En el interior del recinto, el martillero Muguruza acusó a la policía, frente a los oferentes que allí se encontraban y que así lo manifestaron, de haber impedido el ingreso de “más gente”. 

Para el dueño del inmueble, "se desconoce el motivo real de la suspensión siendo que ya habían ingresado al lugar todos los oferentes que así quisieron hacerlo, sin que nadie se los impidiera".